Las sentencias a los imputados de crímenes de lesa humanidad cometidos en Rosario en el marco del juicio oral por la causa conocida como Guerrieri II no satisfizo las expectativas de los querellantes y organismos de derechos humanos, ya que por un lado fueron hallados culpables todos acusados, pero por otro el Tribunal estableció una escala de penas que fueron desde la prisión perpetua (un solo caso) a 16 años de cárcel por prácticamente los mismos cargos. Si bien restan conocerse los fundamentos del fallo, implícitamente sobrevoló el concepto de obediencia debida ya que el monto de las penas pareció estar en relación a la jerarquía de los condenados en el aparato represivo.
El Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) de Rosario, integrado por los jueces de Paraná Roberto López Arango, Liliana Carnero y Noemí Berros, anunciaron sorpresivamente en el anochecer del jueves que ayer al mediodía darían a conocer su veredicto. Esto generó malestar y desconfianza en los querellantes y organismos. "Esto lo hicieron para que no viniera mucha gente porque sabían que el veredicto no iba a conformar", barruntaban ayer los presentes en la calurosa vereda de bulevar Oroño al 900.
No obstante, los jueces hicieron algunos planteos doctrinarias importantes como considerar que "las conductas juzgadas son delitos de lesa humanidad ocurridos en el contexto del terrorismo de Estado que asoló a nuestro país en el marco del segundo genocidio nacional perpetrado entre 1975 y 1983".
En concreto, el TOF1 encontró al ex oficial del Ejército Marino Héctor González y a los ex personal civil de inteligencia (PCI) Ariel Porra, Juan Andrés Cabrera, Alberto Pelliza y Ariel López, "coautores de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas y por haber durado más de un mes y aplicación de tormentos agravados por ser las víctimas perseguidos políticos", en perjuicio de Jaime Dri, Raquel Negro, Adriana Arce, Ramón Verón, Juan Rivero, Olga Moyano, Hilda Cardozo y Tulio Valenzuela. El Tribunal también los condenó por esos mismo delitos, más el de "homicidio agravado por alevosía con el concurso premeditado de dos o más personas y para procurar su impunidad", en perjuicio de Jorge Novillo, Eduardo José Tonioli, Stella Hillbrand de Del Rosso, Carlos Laluf, Marta Benassi, Miguel Tossetti , Oscar Capella, Ana Gurmendi, Fernando Dante Dussex, Héctor Retamar, María Reyna Lloveras, Teresa Soria de Sklate, Marta Forestello, Liliana Nahs de Bruzzone, Susana Miranda y Ariel Morandi. Además se los declaró culpables de asociación ilícita.
A Marino González, el TOF1 le aplicó la pena de prisión perpetua. En cambio a Porra, a quien además le achacaron el secuestro y torturas de Carlos Novillo, Alejandro Novillo y Fernando Messiez, y también el homicidio de éste último, le dieron 25 años de prisión. La misma pena le tocó a Cabrera, a quien le cargaron también el caso Messiez. Pelliza fue condenado por los mismo delitos que Marino González, pero le dieron 18 años de prisión; mientras que a Ariel López, por los mismos hechos le aplicaron 16 años.
Por su parte, el ex PCI Carlos Sfulcini fue condenado a 20 años de prisión por el secuestro, tormentos y homicidio de Messiez.
El ex militar Joaquín Gurrera fue condenado a 8 años de cárcel por asociación ilícita, aunque fue absuelto de los 7 secuestros y dos homicidios que le imputaban.
En tanto, fueron hallados culpables de asociación ilícita los cinco represores que ya fueron condenados a perpetua, por los mismos hechos, en el juicio Guerrieri I en el año 2010: los ex oficiales del Ejército Pascual Guerrieri, Jorge Fariña y Juan Daniel Amelong, condenados a 10 años; y los ex PCI Eduardo Costanzo y Walter Pagano, a 5 años.
El TOF1 estableció que "los condenados cumplan la pena en cárcel del Servicio Penitenciario Federal", pero "mantener las condiciones de detención actuales de Pelliza, López, Gurrera, Guerrieri y Costanzo", prisión domiciliaria. También anunció que el 24 de febrero de 2014 se darán los fundamentos de la sentencia.
