Las bromas entre ellos eran moneda corriente. No existía la distancia que ciertos entrenadores mantienen con su jugador. El afecto nació en River, entre 2000 y 2001. Hoy, uno y otro coinciden, siendo técnicos de los clásicos adversarios de la ciudad: Américo Rubén Gallego, en Newell’s, y Eduardo Coudet, en Central. Ese vínculo con el Chacho lo definió el propio Tolo hace varios años, cuando habló de “una muy buena relación”. Ellos serán a partir de 2015 las cabezas visibles de los fenómenos populares más movilizantes de Rosario. Y con una particularidad. Es la segunda ocasión que uno de los equipos rosarinos tiene un DT que en su etapa de jugador fue dirigido por el técnico del rival de toda la vida.
La estima entre los flamantes entrenadores de Central y Newell’s surgió en River. El Tolo llegó al millonario en 2000 e inmediatamente se coronó en el torneo Clausura de ese año, con el Chacho siendo una pieza importante en la estructura de Gallego. El actual técnico canalla supo salir a defender a su ahora colega durante la disputa del Clausura 2001, cuando se cuestionaba cierta postura cautelosa de River. Con ironía, tras vencer a Independiente por 3 a 1, manifestó: “Acá está el equipo contragolpeador, je. No es que contraatacamos, sino que somos inteligentes”.
Coudet no sólo defendía así a sus compañeros sino al planteo de Gallego, con quien puede llegar a encontrarse frente a frente cuando se dispute el clásico rosarino. Así reeditará la historia de Julio Zamora, que siendo técnico de Newell’s enfrentó a César Luis Menotti, entrenador de Central y que había dirigido al Negro cuando era jugador de River (ver aparte).
Menotti y Zamora tienen un trato cordial desde que se conocieron en River, al igual que Coudet y Gallego. Hablar de similitudes futbolísticas hoy entre estos dos es osado. El Chacho es un gran interrogante como entrenador, más allá de que haya definido sus preferencias futbolísticas. Lo que no caben dudas es que siendo ambos personajes verborrágicos, se respetan y existe aprecio.
Eso no quiere decir que no vayan a existir chanzas entre uno y otro si se llegan a encontrar. O que no lo hagan delante de un micrófono o un grabador, más allá de que en estos días apareció un Coudet sobrio, que contrasta con su época de jugador. Pero en todo caso, ambos entienden que el fútbol no es un drama. Y que así lo viven uno y otro. En aquel tiempo en que coincidieron en River, Gallego dijo que “el Chacho le da alegría al equipo”. Y Al enterarse, Coudet manifestó entre risas: “No sé por qué lo dijo”.
Era la época en la que el Tolo bromeaba con los jugadores, “en especial con el Chacho Coudet y el Chapulín Cardetti”, como confesó un dirigente millonario de ese entonces al diario Clarín. “Se cargan por la gordura”, contó.
Pero no por eso Gallego era condesciente con Coudet. Alguna vez lo dejó afuera de un superclásico, molesto por una derrota contra Chacarita. Y el Chacho debió masticar bronca desde afuera. Encima, Boca goleó por 3 a 0. Pero el Tolo le devolvió la titularidad al partido siguiente y de una indicación suya llegó el tercer gol millonario en la victoria sobre Unión por 3 a 2, en los minutos finales, convertido precisamente por Coudet.
“¡Garcé! ¡Garcé! ¡Avisale al Chacho que lo pateé él!”, le gritó Gallego al actual ayudante técnico canalla, quien a su vez le trasladó el mensaje a Coudet. Y el Chacho no falló. Tampoco falló al utilizar las palabras apropiadas en la cena de despedida que le hizo el plantel de River a Gallego cuando el técnico se tuvo que ir una fecha antes del final del torneo Clausura 2001, al irse la chance de coronarse. “Ese día lloré porque Coudet me emocionó cuando se puso a hablar”, contó Gallego en alguna ocasión.
Coudet siempre prefirió guardarse lo que le dijo aquel día. “Le hablé como a un gran tipo y se emocionó nomás. Despedimos a una persona muy noble. Uno que a muchos de nosotros nos ha ayudado. Todos sufrimos que se haya tenido que ir”, fue lo único que comentó el Chacho. “Se va un gran tipo que tuvo un gran feeling con el plantel”, subrayó. Toda una definición de lo que uno piensa del otro.
Gallego cuenta con una larga trayectoria, con títulos en Newell’s, River, Independiente y Toluca. Coudet está por comenzar su ciclo como técnico. Ambos jugaron en los mismos clubes en los que hoy son entrenadores. El Tolo está identificado con Newell’s. El Chacho, con Central. Pero una camiseta distinta no los separa ni los divide en la vida. Qué mejor mensaje.