Central necesitaba un golpe de rápido efecto. Una revolución anímica. Un impulso que exceda lo futbolístico para poder recomponerse tras la traumática salida de Reinaldo Merlo. Por eso, la noticia del arribo de Miguel Angel Russo actuó como una inyección inmediata de optimismo que despejó los nubarrones y aclaró el panorama inmediato de un plantel que amenazaba con hundirse en sus dudas tras la irresponsable salida de Mostaza. La visión fue homogénea, los referentes y los más pibes acordaron en un punto clave: "Russo es el hombre indicado para sacar a Central adelante". Esa fue la frase común de los jugadores que para asimilar una semana agitada, compartieron ayer al mediodía un asado de camaradería en el Caribe canalla tras el entrenamiento en el Gigante de Arroyito.