En un contexto de tibia reactivación, un dato alentador de la economía rosarina es que se empezaron a ocupar locales del centro que habían bajado la persiana durante la pandemia. El fenómeno comenzó principalmente en las galerías y en la peatonal Córdoba, donde en los últimos dos meses, desde el Día del Padre, comenzó a volver el movimiento comercial.
Se trata de las zonas que más sufrieron las restricciones a la circulación, que el año pasado llevaron a los rosarinos a comprar en los negocios de cercanía, lo que benefició a los centros comerciales barriales y perjudicó al microcentro. La crisis en el transporte de pasajeros y los nuevos hábitos de compra online fueron otros factores en ese desplazamiento del protagonismo.
En tanto, con el cierre de locales en el último tiempo y la consiguiente desertización, hubo una suba de la inseguridad, algo que se espera ahora revertir. Sin ir más lejos, en pleno centro de Rosario robaron, durante la madrugada de ayer, una valiosa y centenaria placa de bronce ubicada en la fachada de La Capital. Una situación que da cuenta de aquello.
Las cifras del último informe realizado por el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario marcan que la cantidad de locales vacíos en las galerías en junio 2021 respecto a diciembre 2020 disminuyó de 22 a 20 por ciento en los 25 corredores medidos, que hacen punta en la reactivación, y la situación siguió dando signos positivos en los meses subsiguientes.
Según un relevamiento de la Asociación Casco Histórico en el complejo de galerías del centro, entre junio, julio y agosto se ocuparon 30 locales de planta baja, y ya hay reservados otros de cara al Día de la Madre. "Para fin de año, lo peor de la crisis de 2020 solo será un recuerdo. Gracias a la apertura de actividades y el avance en la vacunación, se consolida la tendencia de ocupación de locales chicos de este corredor comercial", confió Fabio Acosta, titular de la entidad.
Andrés Gariboldi, presidente de Corredores Inmobiliarios, sostiene esa visión. "Ahora, a fines de julio y agosto, hemos notado más ocupación, se ven menos locales disponibles y hay más demanda. Sobre todo teniendo en cuenta que estamos volviendo a una cierta normalidad", explicó. Los locales chicos, más económicos son los que primeros que se van alquilando. "En forma gradual, la ocupación va a pasar primero por ahí", diagnosticó.
"Las galerías son ideales para los primerizos en la actividad comercial", analizó Acosta. Las causas del fenómeno son las mejoras de las expectativas por el aumento de la circulación de personas, y los anuncios del municipio de inversiones en el centro que, junto a herramientas para incentivar el consumo, cambiaron el humor de los emprendedores. "Aumentaron las consultas para alquilar y los primeros espacios son las galerías, por el menor tamaño de la inversión respecto a la zona de influencia", puntualizó.
El corredor "Galerías del Centro", que une a Pasaje Pam, Galería del Paseo, Rosario, Libertad, La Favorita, César, Calle Angosta y Paseo peatonal va desde Maipú a Mitre (con salida a Córdoba) y consta de 500 locales. Genera, en tiempos normales, 1.000 puestos de trabajo directos. Sufrió un duro golpe en 2020, llegando a tener como complejo el 10 por ciento de locales vacíos. Pero la situación se revirtió y estiman que, de continuar esta tendencia, se llegaría a la cantidad histórica de locales ocupados en las plantas bajas, que era del 98 por ciento o más para las fiestas de fin de año hasta 2017, año en el que comenzó la recesión económica.
Área clave
La mayoría de los locales ociosos en la ciudad es de pequeña dimensión, pero los más grandes son los que aportan a una visión desértica en el paisaje urbano. Importantes superficies de la peatonal Córdoba como el inmueble donde estaban Falabella, Borsalino, Al Elegante o Garbarino son espacios más lentos para la toma de la decisión, principalmente por los grandes valores que piden sus propietarios en términos de renta.
"El resto de locales se está alquilando, está abierto o en construcción", cuenta Nelson Graells, referente de los comerciantes de la zona. En pandemia llegó a haber 29 comercios desocupados, y hoy quedan entre ocho y diez, porque algunos todavía no abrieron, pero están "apalabrados". Entre Laprida y Maipú, la zona más abandonada, quedan siete. "A partir de junio que fue el Día del Padre y hubo actividad, se volvió a mover todo", apunta el presidente de la asociación Amigos de la Peatonal.
En calle San Luis, de los 500 negocios que hay de punta a punta, unos 15 permanecen vacíos, mientras hace dos meses eran unos 40. "Hay un propietario que tiene cuatro locales y pide rentas en dólares, todos están desocupados. Nadie le va a pagar con la inestabilidad que hay una renta en divisa extranjera, y no parece importarle. Después hay gente que pide alquileres más acordes, pero están esperando que aparezca un interesado", cuenta Miguel Rucco, presidente del paseo comercial.
Como contracara, en el tramo de dos cuadras entre San Martín y Mitre abrieron dos nuevos y hay otros dos que se ocuparon y están por abrir. Son locales de indumentaria económica, juguetería y regalería. Uno es otra boca de expendio de un comercio que ya está en la zona. Muchos se meten tras el último inquilino, y demoran un mes para reformar el local. "Hay nuevos valientes que vienen a invertir. Hoy, más allá de la incipiente reactivación, es una apuesta importante. La recuperación viene muy lenta, aunque en San Luis hay más movimiento", dice Rucco.
El Paseo Del Siglo es otra zona que está volviendo a su esplendor de antaño. "Se está viviendo un buen momento, volvió la gente a pasear y a mirar vidrieras en familia, los bares se vuelven a llenar y entran más clientes a comprar. No volvimos a los niveles de unidades antes de la pandemia, que ya era malo por la crisis que dejó el gobierno anterior, pero está mucho mejor que el año pasado y el humor del comerciante es otro", graficó Miguel Marcogliese, referente del paseo comercial.
En esa pintoresca área del centro se desocuparon muchos locales, pero la mayoría volvieron rápidamente a tener inquilinos. Los que quedan vacíos es porque tienen propietarios que piden exorbitancias que no se ajustan a los nuevos tiempos, lo que perjudica a la zona. "Cuando los propietarios ponen precios razonables se ocupan rápido, pero si no quedan desiertos. El aspecto que dan cerrados es de decadencia, son esquinas emblemáticas que deben estar ocupadas", opinó Marcogliese.
El avance de la vacunación y la apertura de más actividades aumentó claramente el aumento de personas en el área central que llegan a trabajar, hacer sus compras o trámites. La vuelta de movimiento a la zona levantó el ánimo de los emprendedores, que están invirtiendo nuevamente con las próximas fechas comerciales en el horizonte y la idea de dejar atrás definitivamente la pesadilla de un largo año y medio de incertidumbre y subsistencia.