El juego limpio tiene sus adeptos y quienes reconocen las acciones honestas, aunque están quienes piensan que sacar provecho infringiendo las leyes es una avivada. El polaco nacionalizado alemán Miroslav Klose se inscribe dentro del primer grupo, con actitudes como las que tuvo el miércoles en la liga italiana, al admitir que convirtió un gol con la mano. El mundo entero reconoció ayer su honestidad, dejando en un segundo plano la derrota de su equipo Lazio frente a Napoli por 3 a 0.
El hecho que mereció el elogio hasta de sus propios rivales ocurrió a los 3' del primer tiempo. Un córner ejecutado desde la derecha fue tocado con la mano derecha por Klose. La pelota ingresó al arco sin que el juez Luca Banti se diera cuenta de la infracción.
Inmediatamente, los jugadores de Napoli se abalanzaron y le reclamaron al juez. En ese momento, Klose reconoció la falta y le dijo a Banti que anulase el gol.
"La pelota me dio en la mano", manfiestó Klose en el sitio web de la Federación alemana de fútbol. "Para mí fue la cosa más normal del mundo decírselo después al árbitro", señaló el atacante del seleccionado alemán.
"Por eso se merece un premio", lo elogió el capitán de Napoli, Paolo Cannavaro. Al igual que casi todos los demás jugadores del conjunto napolitano, corrió hacia Klose para abrazarlo en señal de respeto y agradecimiento. "Bravo", opinó también el entrenador de Napoli Walter Mazzari.
Incluso el presidente de la Fifa, Joseph Blatter, tuvo palabras de elogio. "Bravo Miro Klose por ese gesto", escribió el dirigente en la red social Twitter. "Ello demuestra que se puede ser un gran jugador y al mismo tiempo un gran deportista", opinó el suizo.
En una liga italiana sacudida por manipulación de resultados y escándalos de apuestas, Klose es un ejemplo de deportividad. "Bravo Klose, qué gesto más hermoso", tituló ayer el diario deportivo La Gazzetta dello Sport. "Klose es una anomalía en un fútbol enfermo", agregó.
El diario recordó que Klose corrigió una decisión arbitral en la Bundesliga. En 2005, el delantero, entonces en Werder Bremen, se negó a aceptar un penal contra Arminia Bielefeld. Y convenció al juez de que el arquero no le había cometido falta. Su equipo ganó por 3 a 0 y Klose fue galardonado luego con el premio de la deportividad por su comportamiento.
Klose volvió a ser noticia. Y no por sus goles, sino por el fair play (juego limpio).