La de todo Argentino celebrando un agónico empate fue la imagen del final de un torneo para el olvido. El 2-2 sirvió como desahogo a los malos resultados que lo tuvieron a maltraer durante toda la temporada, en la que finalizó en el 15º puesto. En la despedida ante su gente, le jugó de igual a igual a Leandro N. Alem y con nueve jugadores logró una merecida igualdad. Facundo Reynoso fue la figura del partido, marcó un gol y participó en el segundo, convertido por Nicolás Vázquez.
Por fin terminó la temporada para Argentino. Fue una de las peores campañas de los últimos años. Y lo hizo por lo menos con una sonrisa. En esto mucho tuvieron que ver los técnicos del club, Walter Bello y Silvio Conti. En seis jornadas consiguieron cambiarle la imagen al equipo para finalizar con una mejor cara.
El trámite en líneas generales fue intenso. Alem llegaba con la necesidad de obtener una victoria para ingresar al Reducido. Y en su primera llegada con tanto de Marcelo Cristell se puso al frente (4'). Argentino devolvió gentilezas a los 5', cuando Palma habilitó a Reynoso y el volante con un toque de calidad estampó la igualdad.
Después el juego pasó por el mediocampo y los arqueros fueron espectadores de lujo.
El complemento comenzó con la expulsión de Diego Merlo en el local a los 54'. Desde ese momento la visita tomó el control del encuentro con la ayuda del árbitro Roldán. Y a los 69' Cristell con un cabezazo puso en ventaja a la visita. Luego llegó la expulsión de Mancilla y todo se complicó.
Pero Argentino no se dio por vencido y con mucha vergüenza deportiva fue por la heroica, a buscar cerrar el torneo al menos con un empate. Y a los 87' apareció Reynoso, el jugador diferente del partido, quien sacó un tremendo zapatazo desde afuera del área, el arquero visitante dio rebote y Nico Vázquez, de arremetida, con un zurdazo clavó el 2-2 final.
El Salaíto logró así una merecida igualdad por la garra de sus jugadores para cerrar con un resultado no tan malo una temporada para el olvido.