¿Volverá a estar en la cumbre? ¿O caerá de nuevo? Hoy se edita “Femme Fatale”, el nuevo álbum de Britney Spears, un trabajo en el que no sólo se verá la fidelidad de sus fans, sino en el que sobre todo la joven de Mississippi podrá mostrar si se acercó un poco más a sus objetivos personales. Las primeras críticas son positivas.
El dinero y las distinciones son sin duda alguna un logro adicional placentero y decorativo en el mundo del espectáculo, pero tras las numerosas escapadas desesperadas, para la multimillonaria Spears el dinero dejó hace tiempo de ser una fuerza motora a la hora de hacer música. La cantante, que en diciembre cumplirá 30 años, quiere más bien conseguir una existencia arreglada, en la que pueda conjugar ser una mujer moderna, madre y estrella del pop a la vez.
Y parece que ese fue siempre el mayor desafío para Spears, a pesar de que profesionalmente lo conseguía todo. Ya de niña se colocó delante de una cámara para hacer publicidad. Escaló profesionalmente y se hizo moderadora de “New Mickey Mouse Club”, un programa de emisión nacional, convirtiéndose en una estrella de la televisión y finalmente arrancó una carrera fulminante en el mundo de la música, que la convirtió en estrella de los adolescentes en todo el mundo a fines de los 90.
Con más de 146 millones de discos vendidos, la cantante tiene una estrella en el Paseo de la Fama, así como algunos récords que entrarán en los anales de la música. La princesa del pop atrajo a varias generaciones, algo que casi quedó sellado con el beso en la boca que se dio con la reina del pop, Madonna.
De forma paralela comenzó la cuesta abajo en su vida privada y los baches en su carrera: hombres, violencia y drogas. Especialmente su separación del bailarín Kevin Federline, la posterior disputa legal por la custodia de sus dos hijos en común, las recaídas en la adiccion, las estancias en centros de desintoxicación y finalmente la incapacitación apartaron en los últimos años la atención de lo que en realidad la hizo famosa: su talento para la música y el baile.
Tras varias relaciones, parece haber encontrado la estabilidad con el agente Jason Trawick y en los últimos meses trabajó intensamente con productores de renombre como Dr. Luke y Max Martin en el nuevo álbum.
“Trabajé muy duro y necesité casi dos años para la producción. Ahora voy a dejar que la música hable por mí”, dijo Spears a V Magazine. El álbum mostrará si los esfuerzos valieron la pena y Britney Spears vuelve a estar en forma como antes con el disco y la gira. Después de todo, nadie es expulsado tan rápido del olimpo del pop.
Por el momento todo parece indicar que Spears remonta de nuevo, pues aún cuando los primeros videos son más bien un producto de mainstream al uso y no aguantan una comparación con los de Lady Gaga, sus fans esperan ansiosos el disco. El single “Hold it Aagainst Me” funcionó bien y las primeras críticas en Estados Unidos son buenas. Algunos comparan “Femme Fatale” con “Blackout”, otro gran éxito de Spears.
A bailar. Producido por Max Martin y Dr. Luke, “Femme Fatale” refleja el estado personal y profesional de la artista, con canciones súper bailables como “Till The Words End”, ‘Trip To Your Heart” o ‘Big Fat Bass”, en la que cuenta con la colaboración de will.i.am, de The Black Eyed Peas.
El mejor álbum. El periodista Jody Rosen de la revista Rolling Stone escribió que “Femme Fatale” podría ser el mejor álbum de la reaparecida cantante. Sus fans hoy están creídos que en el horizonte se vislumbran nuevas cumbres para Britney.
Show. Si bien el show de Britney en “Good Morning, América” fue aplaudido por cientos de sus más tenaces seguidores, otros criticaron duramente su falta de movilidad en el escenario, así como lo poco vistoso de las nuevas coreografías que presenta.
Un lanzamiento a puro baile y televisión
Britney Spears comenzó a promocionar el disco el viernes último con una actuación en un club nocturno de Las Vegas. El sábado dio en San Francisco un mini concierto en el que se agotaron las localidades, y el domingo tiene previsto acudir al programa de televisión “Good Morning, America”.
Pero, después de más de 10 años en el negocio de la música, la estrella del pop que ahora tiene 29 años, tendrá que hacer algo más para mantener la fama en la era de Lady Gaga, como asegura la crítica especializada.
“La antigua diva del uniforme escolar ha tenido que enfrentarse al surgimiento de Lady Gaga, Rihanna y Katie Perry, una nueva oleada de osadas artistas que dejan su huella a la vez que, aparentemente, ejercitan un mayor control creativo”, afirmó Adrian Thrills, del periódico Daily Mail.