Con sólo 22 años y una intensa militancia en el Partido Demócrata Progresista, Alex Martín Sabbatini resultó electo por el Frente Progresista, Cívico y Social como jefe comunal de la localidad de Uranga, ubicada a unos 45 kilómetros de Rosario. A su rival, Juan Soler (FPV), lo aventajó por el doble de votos: ganó con 411 boletas sobre 215.
La trayectoria política del futuro mandatario más joven de la provincia de Santa Fe arrancó a los 18 años, cuando se topó en su casa con un texto sobre Lisandro de la Torre. "Mi abuelo era demócrata progresista y ejerció como jefe comunal de Albarellos. Ese libro era suyo. Después, a través de una página de Facebook me invitaron a un campamento del partido, fui, y así comenzó todo", contó sencillamente a La Capital.
Así es como Sabbatini militó recorriendo la provincia, participando de foros, siempre siguiendo la gestión del senador Rubén Giustiniani. Paralelamente, comenzó sus estudios en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Rosario, e impulsó el resurgimiento del movimiento político en Uranga, sumando familiares, amigos y vecinos. Finalmente, en noviembre del año pasado inauguró el local partidario ubicado en calle Córdoba 278.
En la modesta sede rentada con un amplio galpón, Alex espera a la prensa y a los numerosos vecinos que se acercan para felicitarlo. Esos mismos que lo acompañaron en las reuniones y en el diseño de un proyecto de gestión. "En Uranga hay que hacer más que cambiar", aseguró el jefe comunal electo, que parafraseando a De la Torre, cree en "un gobierno de opinión pública".
A la entrada de la sede de calle Córdoba reciben a la gente Cristina y Juan Carlos, los padres de Alex. Ella es ama de casa y él, empleado rural. "Estoy muy orgullosa, no hasta dónde llegó, sino cómo llegó: con mucho sacrificio y honestidad", destacó la mujer, conmovida por "cómo supo enfrentar y superar los agravios que recibió durante la campaña", confió.
Proyecto. Fresco, seguro y entusiasmado, Alex detalló a este diario los principales objetivos a cumplir en estos dos años de gestión por delante. "Son propuestas concretas y sencillas", acotó. La más ambiciosa es lograr la separación y el tratamiento de los residuos, de manera que en esta tarea se generen puestos de trabajo, y a su vez erradicar un basural.
Otra de las iniciativas se relaciona con la recuperación de espacios públicos, como la llamada "plaza de los troncos", que funcionaba con juegos de madera para niños y que por su deterioro quedó abandonada y se transformó en un baldío. Asimismo, prevé el mantenimiento, arreglo y alumbrado de calles.
En materia educativa, Sabbatini seguirá insistiendo para que se concrete el proyecto de creación de un bachillerato para adultos que funcionaría en el edificio de la escuela primaria y secundaria de Uranga. La iniciativa fue presentada en principio y sin éxito a la comuna, y luego al Ministerio de Educación, aún sin respuestas. "Queremos también lograr la integración de los chicos al Gabinete Joven de la provincia", agregó.
Alex es el tercero de cuatro hermanos: Iván (28), Evelyn (24) y Enzo, de nueve años, quien sigue de cerca los movimientos en la sede partidaria, donde hay un dinámico tráfico de mate.
En la ronda, casi todos son mayores que el futuro jefe comunal de esta serena localidad de mil habitantes. Lo miran y se ríen cómo va y viene, enloquecido por la prensa, y fantasean con sus futuros logros políticos y repercusiones mediáticas. Lo observan cómo se desenvuelve, tan aplomado, y en su mirada se ve esa una mezcla de ternura, admiración y respeto.