Keanu Reeves vuelve a la pantalla grande con "El día que la Tierra se detuvo",
la remake de un clásico de ciencia ficción dirigido por Robert Wise y protagonizado por Michael
Rennie que, en su estreno en 1951, causó un gran revuelo porque invertía el signo del cine del
género: los alienígenas no eran una amenaza sino la salvación del planeta.
En la película el protagonista de la trilogía de "Matrix", un actor que filma
poco porque elige con celo los proyectos a los que sumar su nombre, encarna a Klaatu, un
extraterreste que desembarca en la Tierra causando pánico. La humanidad no está preparada para la
llegada de un visitante del espacio, menos si viene en son de paz.
"Es una historia de cómo estamos sobreviviendo parados al precipicio en este
planeta", comentó Reeves en un reportaje concedido a la revista Moviline. "El filme se retrata las
tendencias apocalípticas que tenemos —agregó—. La película demuestra que combatir al
miedo con más miedo muchas veces no puede ser la mejor respuesta".
Punto de vista. Reeves contó que aceptó actuar en la película al enterarse de
que la dirigiría Scott Derrickson, realizador del filme de culto de terror "Hellriser". "Lo llamé
para saber por qué quería hacerla de nuevo, y me convenció con sus argumentos —contó—.
Tenía buenas razones, así que acepté. Además, la original me había gustado mucho".
"Me entusiasmó básicamente porque no era la misma historia", contó Reeves, quien
se prepara para interpretar al cazarecompensas intergaláctico Spike Spiegel la versión para cine
del animé "Cowboy Bepop". "Está llena de novedades —insistió—. No quisieron volver a
contar otra vez lo mismo, sino narrar una nueva historia".
"Me gusta pensar que Klaatu, mi personaje, no es el mismo que el de la versión
original, sino su hermano", contó el actor que en la película —"un filme clásico con un gran
elenco", según definió— comparte cartel con Kathy Bates, Jennifer Connelly, John Cleese y
Jaden Smith, el hijo de Will Smith que debutó "En busca de la felicidad".
Klaatu llega a la Tierra para darle un ultimátum a los humanos: si siguen
actuando como hasta ahora destruirán el planeta. Sus palabras, que parecen una arenga ecologista de
un militante de Greenpeace, causan un gran impacto en el mundo entero, aunque lo que realmente
causa alarma son las acciones del extraterrestre.
"Es una historia de cómo estamos sobreviviendo parados al precipicio en este
planeta", comentó Reeves, quien definió a Klaatu como "alguien que parece humano, o al menos tiene
su naturaleza, y pone a nuestra raza con la espalda contra la pared. Pareciera que sólo en esas
situaciones estamos dispuestos a cambiar".
Nueva esperanza. "Soy positivo, creo que los humanos haremos todo lo que está en
nuestras manos para evitar que todo termine —continuó—. Creo que lo que cuenta la
película es lo que ocurriría en la realidad: cuando la situación llegue al límite, todos los seres
humanos reaccionarán. Lo cierto es que ese límite está a punto de alcanzarse".
Reeves dijo que "El día que la Tierra se detuvo", además de acción y efectos
visuales, se propone dejar un mensaje profundo a los espectadores. "Hemos causado un gran impacto
al lugar donde vivimos —concluyó— . Si tuviéramos más amor por todo lo que hacemos,
estaríamos en una situación completamente distinta".
La película, que se estrena en los cines rosarinos el próximo 1º de enero, fue
un éxito de taquilla en Estados Unidos. En su primer fin de semana en cartel recaudó 30 millones de
dólares. La esperanza, quedó probado, vende.