El ex presidente de Colombia Alvaro Uribe, un frontal crítico de los diálogos de paz con las Farc, se alzó en las elecciones del domingo como el mayor elector del Senado colombiano, mientras la coalición del gobierno del mandatario Juan Manuel Santos retuvo una frágil mayoría, pendiente de los vaivenes y coaliciones de otros partidos. Santos buscará su reelección en mayo próximo.
Santos, que ha comprometido su mayor capital político en los diálogos que inició formalmente a fines de 2012 con la guerrilla, en negociaciones que se realizan en La Habana desde fines de ese año, vio mermada la cantidad de senadores de su coalición en el Senado: de al menos 80 que tenía bajó a 47, porque no sólo porque el ex presidente Uribe le restó bancas, sino porque formaciones que eran de la coalición oficialista, como el Partido Conservador y la Alianza Verde, todavía no definen si se quedarán, o si seguirán al lado del actual mandatario si gana la reelección en los comicios presidenciales del próximo 25 de mayo.
El mandatario declaró ganadora a su "coalición de la paz" e invitó a Uribe a dejar las diferencias y trabajar por el país. Uribe declaró que nació un nuevo movimiento. "Hoy se consolidaron las mayorías de la coalición de gobierno en el Congreso, pero también fue una señal muy importante para el país y para el mundo entero, que la inmensa mayoría de los colombianos queremos la paz", dijo Santos. "Yo también quiero felicitar al senador Uribe que tuvo un decoroso segundo lugar, espero que podamos dejar a un lado los odios, los rencores y trabajar por el país".
El encono entre Santos y Uribe es un asunto no sólo político, sino personal. Durante su segundo mandato, Santos fue un ministro clave de Uribe y su política de "tolerancia cero" con las guerrillas. Sin embargo, cuando llegó al poder hace cuatro años, Santos dio un fuerte viraje a esa política, así como a la relación con la vecina Venezuela. La política conciliadora de Santos ha tenido el apoyo de buena parte de la sociedad, cansada de décadas de conflicto armado. Pero otra parte desconfía de las negociaciones, dado que parecen conceder excesivos beneficios a los guerrilleros, como no pagar con cárcel sus crímenes y entrar en política con su prontuario limpio.
En su felicitación a los partidos de su coalición, Santos no incluyó al Partido Conservador. Este partido irá a las presidenciales con candidata propia, Marta Lucía Ramírez, quitando votos que serían para Santos. Un sector interno sin embargo es disidente y apoya a Santos.
Aunque el oficialismo sufrió un retroceso en el Senado, que tiene 102 miembros, en la Cámara de Representantes de 167 integrantes, Santos logró mantener una mayoría de 91 curules sobre las 100 que tenía. El principal partido de oposición, el izquierdista Polo Democrático, sufrió un revés y vio reducir de ocho a cinco su representación senatorial.
Parlamentarios "paras". Al menos 69 candidatos, de 131 cuestionados por supuestos nexos con grupos paramilitares, fueron elegidos en Colombia, según reveló un informe publicado por la ONG Fundación Paz y Reconciliación (FPR). De acuerdo con la investigación, 83 aspirantes a la Cámara de Representantes y 48 que buscaban un escaño en el Senado están siendo cuestionados por sus "relaciones directas e indirectas con grupos ilegales". De esos aspirantes fueron elegidos 33 en el Senado y 36 en la Cámara de Representantes.