El sistema financiero de Estados Unidos, el mayor del mundo y rector para otras plazas
centrales, como la europea y la asiática, sufrirá un profundo cambio en el segundo semestre del
año, si el Senado ratifica el proyecto de reforma del presidente Barack Obama, aprobado la semana
pasada en la Cámara de Representantes.
La expectativa en Washington es que la iniciativa consiga finalmente luz
verde a mediados de mes, luego de más de un año y medio de tratativas en el Capitolio.
Sin embargo, el reciente fallecimiento del senador demócrata Robert Byrd
restó fuerzas al bloque y obligará a contar con por lo menos tres votos positivos de la bancada
republicana.
El cambio de reglas que se perfila es el mayor desde la Gran Depresión
de 1930, y se producirá a casi tres años de estallar en Wall Street la crisis de las hipotecas
subprime.
La reforma, de unas 2.300 páginas, impone reglas más estrictas para los
bancos, otorga mayor poder para la supervisión estatal y garantiza una mejor protección del
consumidor.
Un punto central es la creación de una oficina de protección al
consumidor dentro de la FED (Banco Central) encargada de evitar prácticas ilegítimas con créditos
privados y tarjetas de crédito.
Se limitará además el comercio interbancario, se dará mayor autoridad al
gobierno para absorber y liquidar entidades financieras; y se activará un sistema de alarmas de
riesgos para prevenir otro colapso financiero
También se aumentan las atribuciones de las autoridades regulatorias
para dividir grandes entidades en unidades más pequeñas, cuando amenacen al sistema financiero.
Los bancos que cuenten con ahorros garantizados por el Estado podrán
invertir sólo de forma limitada en fondos de riesgo (hedge funds) o de capital privado (private
equity).
La Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) garantizará los
depósitos de hasta 250 mil dólares, y habrá más control sobre el comercio con instrumentos
complejos.
Para el comercio con derivados altamente riesgosos, por ejemplo en el
área de materias primas, los bancos deberán crear una unidad independiente con capital propio,
separada de la parte de la entidad que disfrute de protección estatal en caso de pérdidas.
Se modificarán también las pautas sobre salarios de los altos directivos
de empresas que coticen en Bolsa.