Pasión futbolera exacerbada, no frenada y hasta alentada por la dirigencia de los clubes, folclore reconvertido en violencia, complicidades con los barras, nuevos actores violentos de sectores medios y la penetración de la droga cada vez más marcada en la ciudad. Tales algunos de los ingredientes que recogió La Capital de cuatro dirigentes políticos, futboleros y con mirada intelectual para explicar el fracaso del clásico rosarino que se iba a jugar sin hinchas visitantes hace exactamente una semana. Y un elemento adicional: todos esos factores no alcanzan para explicar la escalada de violencia entre hinchas de Central y Newell's, que exige nuevos marcos interpretativos y otras respuestas.
"Voy a la cancha desde los cinco años y esto no pasó nunca. Cargadas y rivalidad hubo siempre, pero este clima prebélico no lo vi jamás. Siempre hubo cargadas con condimentos de agresividad. Pero antes se dirimía a las trompadas y ahora es a los tiros", planteó Juan José Giani, filósofo, director del Enress y ex concejal.
El intelectual de Carta Abierta agregó: "Los argumentos exhibidos hasta ahora son insuficientes. Si bien la política exige respuesta inmediata ante el conflicto, hay que hacerse un tiempo para reflexionar mejor. Las explicaciones dominantes no cierran. En los últimos meses se notó una aceleración del tiempo histórico muy marcado en Rosario, con una agudización muy fuerte de las tensiones. Es evidente que hay cosas que no estamos viendo y algo que no estamos sabiendo explicar".
"Particularmente en Rosario, influye que la enorme porción de la población se identifica con Newell's y Central. Hay, además, un marcado nivel de intolerancia con la disidencia y pareciera que los dirigentes no están dispuestos a pagar costos y frenar esa escalada", indicó.
El diputado nacional Carlos Comi (CC) opinó que "hay una nueva forma de vivir el fútbol en Rosario, algo que se ve en parte de las comisiones directivas de los clubes, que ponen por delante el odio al rival más que el amor a la camiseta". Y dijo: "Parece una guerra entre dos fundamentalismos donde se han radicalizado los discursos y las acciones".
Carlos Del Frade, periodista y escritor y ex candidato a legislador y a vicepresidente de Central, destacó que "la sociedad rosarina cambió mucho, se desplazó el juego en paz por el enfrentamiento violento y se disfruta de esa identidad, agitada por las propias dirigencias que le han robado a la ciudad la última fiesta colectiva, que era el clásico".
En ese sentido, apuntó: "El fútbol rosarino se convirtió desde la década del 90 en un fenomenal espacio para lavar dinero. El fenómeno tiene dos patas. Una, los delincuentes de guante blanco que lavan la plata ilícita, con fuerte llegada a la dirigencia de los clubes y los socios menores, que son las barras bravas. Esto genera un paraguas protector que permite exacerbar sin límites el folclore. Se ha generado una violencia de arriba hacia abajo que atravesó a la sociedad y destruyó el sentido colectivo. Así, se vive sin sentido y se mata sin sentido".
Del Frade señaló, además, que "lo novedoso es que ahora sectores de clase media protagonizan los ataques".
"En Central hay gente de clase media que maneja el Caribe Canalla, en Newell's parte de la subcomisión del hincha hace lo mismo con algunos espacios del club. Esos pibes ejercen violencia porque no tienen en otra cosa en que creer", alertó.
Comi coincidió y aseveró: “Hay nuevos sectores sociales acomodados involucrados en los hechos de violencia, dispuestos a todo. No vaya a ser que, por ser chicos bien, no les terminen aplicando la ley como corresponde. En eso es clave el accionar de la Justicia”.
Giani alertó que “algo está pasando en Rosario, porque no se pudo jugar un clásico amistoso sin visitantes, hubo episodios de saqueos en diciembre pasado, existe una tasa de homicidios record y una clara expansión del narcotráfico”.
“En muchas ciudades del país esos factores están presentes. Lo particular de Rosario es la combinación simultánea de tantos componentes en tan poco tiempo”, indicó.
Respecto de qué estrategias deben adoptarse para encauzar el fenómeno, Javkin afirmó: “Todo esto que ocurrió debe servir como punto de quiebre. Se trata de una batalla cultural y hay que promover la ejemplaridad de arriba hacia abajo. En Newell´s, por ejemplo, se avanzó mucho con la recuperación del club y han vuelto jugadores por ese mensaje. Pero, al mismo tiempo, siguen teniendo su lugar los violentos”.
“Hay que elegir: promovés y toleras la exacerbación de la violencia, o todo lo contrario. El trabajo de base, de inclusión de social que el fútbol posibilita, se anula con la violencia. Hay una línea que divide claramente. Cada uno debe decidir dónde ubicarse”, dijo.
Para Del Frade, “la clave es que las dirigencias de los clubes hablen de verdad, porque ahora sólo dicen el 20 por ciento de lo que saben y el resto no lo comentan ni en la mesa chica”.
“Hay mucho miedo, dirigentes honestos que le tienen terror a la barra que alimentan y regeneran el negocio”, advirtió.
Según Comi, “el conflicto en el fútbol se resuelve aplicando la ley del deporte y el Código Penal”.
“Veremos hasta dónde llega el fundamentalismo cuando estén las citaciones y los procesamientos. Hacen falta gestos de verdad, de respeto hacia el otro”, subrayó.
A criterio de Giani, “si bien no se puede escindir el episodio futbolístico de la realidad social, hay que incorporar otros factores”.
“Rosario ha vivido en los últimos años un boom inmobiliario, se incrementó el lavado de dinero, el consumo de drogas en la clase media alta, hay mucha plata circulante, nuevos ricos y muchos contrastes. Parece difícil resolver la violencia en el fútbol sin contemplar la complejidad de la situación social y económica que atraviesa la ciudad. Rosario debe abandonar el relato de la ciudad modelo y articular estrategias con Nación y provincia”, sentenció.
› Cuatro miradas sobre la mutación de la rivalidad entre Central y Newell's de la que habla el país
Carlos Comi - Diputado nacional por Santa Fe (ARI-CC)
“Se han radicalizado los dicursos y las acciones. Hay nuevos sectores violentos dispuestos a todo. No vaya a ser que, por ser chicos bien, no los sancionen como se debe”
Pablo Javkin - Ex legislador y presidente de la CC a nivel nacional
“Hay un marcado nivel de intolerancia con la disidencia. Parece que los dirigentes no están dispuestos a pagar costos para frenar la escalada de violencia”
Juan José Giani - Ex concejal, director del Enress y filósofo de Carta Abierta
“Aunque la política exige respuesta inmediata al conflicto, hay que tomarse un tiempo para reflexionar mejor. La explicación dominante no cierra”
Carlos Del Frade - Periodista y ex candidato a legislador y a vicepresidente de Central
“Rosario cambió mucho. Se desplazó el juego en paz por el enfrentamiento violento y se disfruta de esta identidad agitada por las propias dirigencias”