Los representantes de los ciudadanos italianos en el exterior de Rosario salieron a responder a los reclamos de un grupo de personas que denunciaron demoras excesivas en los trámites para recibir la ciudadanía italiana en la delegación rosarina del consulado. Si bien reconocen el cuello de botella que se generó, aducen que la situación se arrastra desde hace años, pero afirman que con el acompañamiento de la nueva gestión y del esfuerzo del personal, en un año se saldría de esta histórica situación de lentitud.
La semana pasada, un grupo autodenominado “Movimiento de Italianos Esperando Reconocimiento Rosario” se manifestó en la puerta del edificio diplomático (Montevideo 2182), con un pasacalles que pedía celeridad para resolverlos. En primer lugar, desde el Comites (Comitato Degli Italiani All ’estero) y el CGIE (Consejo General de los Italianos en el Exterior), pidieron que los reclamos se canalicen a través de los organismos de representación de la comunidad, y dieron cuenta de los pedidos gestionados ante el nuevo cónsul, Marco Bocchi, quien asumió en el cargo a principios de este año, principalmente en dos aspectos.
Uno tenía que ver con la dificultad para conseguir turno para sacar el pasaporte, algo importante porque es un documento de viaje para el que ya es ciudadano italiano. “Si bien no podemos decir que el tema se ha solucionado, se ve una mejora sensible. Antes recibíamos 10 reclamos por semana, y hoy bajó a tres. En el transcurso del segundo o tercer intento, la gente logra conseguirlo”, dijo Mariano Gazzola, vicesecretario para América Latina del CGIE.
Sin embargo, aclaró que esa mejora, que se dio por la organización del trabajo del consulado, se da “en el marco de que sostenemos que el Prenota no es el mejor sistema y habría que utilizar otro”, aunque aclaró que esa es una decisión que toma Roma, y que la delegación local tiene que acatar. En Rosario hoy se brindan unos 60 turnos mensuales para pasaporte, número que está en concordancia con otros consulados de Argentina. La comparación indica que en Italia, adquirir un pasaporte lleva unos tres meses. En la ciudad, una vez obtenido el turno, no más de tres semanas. Además, los mayores de 70 años pueden concurrir sin aviso previo.
Reconocimiento
El otro pedido tuvo que ver con el mayor problema: los turnos del sistema viejo de ciudadanía, de personas que lo sacaron entre cinco y hasta nueve años atrás, y que están esperando ser convocados para poder presentar la documentación. Aquí también marca que hubo “una mejora importante”, con dos llamados a convocatorias, uno hasta fines de agosto y otro que terminó el último día de noviembre. “Se convocaron 2.000 turnos por primera vez en muchos años. El año pasado habían sido solo 1.000, en el 2019 unos 700. A este ritmo, seguramente con un próximo llamado en los primeros meses del año que viene, antes de 2023 habremos terminado con este problema que tiene más de 10 años”, se esperanzó.
Marcelo Castelo, vicepresidente del Comites, aportó por su parte que en lo que va del año, el consulado tuvo una productividad de 4.000 prácticas de ciudadanías entre sistema viejo y nuevo, superando cifras pre pandemia, ya que en 2019 fueron 3.700. Por esta razón, criticó las cifras que mostraron los manifestantes: “Decir que hay 400 carpetas vencidas como vimos en el pasacalles es una estadística errónea, y que no condice con los números que nosotros conocemos del consulado”, disparó.
“Se ha mejorado muchísimo y esto se lo debemos a la impronta que le ha dado el consulado en esta última etapa, a pesar de que tuvo la obligación de llevar adelante un referéndum administrativo y unas elecciones parlamentarias que ocupan casi el 100% de empleados. La verdad que no es la panacea, pero no es que no está trabajando, sino que viene arrastrando una situación bastante injusta de errores de administraciones pasadas. Los empleados están haciendo lo imposible”, agregó.
Una vez resuelto el cuello de botella, los representantes advirtieron que se va a desbloquear otro problema, que es el reclamo de las personas que hoy no pueden solicitar un turno de ciudadanía porque no está abierto. “Hay que tener en cuenta que esto no es, como a veces se dice con mala intención, un problema del consulado de Rosario. Hay otras realidades en América Latina, como Perú y Bolivia, mucho más chicas que la de Argentina, en donde tampoco hay nuevos turnos. Es un problema general, de un sistema italiano que obviamente no garantiza hoy el derecho al reconocimiento de la ciudadanía al que tenga un efectivo vínculo con Italia”, apuntó Gazzola.
Según las estadísticas, en la circunscripción Litoral existen cerca de 3 millones de personas que pueden tomar la ciudadanía italiana, además de los de los casi 165.000 que ya la tienen en esas siete provincias (Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Formosa, Chaco y norte de Buenos Aires). “Sería una utopía plantear que el consulado pueda atender a casi dos millones y medio de personas, porque la verdad que no alcanzarían 100 empleados”, cerró Castelo.
Críticas al pasacalles
Desde los organismos de representación de italianos en el extranjero se mostraron enojados con la forma de protesta elegida por los que colgaron el pasacalles. “Cuesta mucho calificarlo como reclamo. No había gente, solo un cartel, porque la comunidad comprende que la situación es difícil y que el consulado está haciendo su trabajo. Obviamente exigimos más, porque lo importante es que las personas que tengan un vínculo con Italia puedan lograr la ciudadanía”, dijo Gazzola.
No obstante, aclaró que su posición “no representa una defensa del consulado, ya que somos a veces críticos del funcionamiento. Pero entendemos que la queja debe hacerse con un sentido de la realidad y de la oportunidad, algo que realmente pueda tener una respuesta que sea para mejorar el sistema. Reclamar sin fundamento no conduce a nada, al contrario es como un boomerang que termina afectando los derechos de las personas que tienen la justa intención de ser reconocidas”, manifestó.
En tanto, Castelo dijo que “si bien la Constitución nos da el derecho al reclamo, yo creo que hay vías alternativas, no con estadísticas erróneas que confunden a la gente y ponen de mal humor a las personas del consulado, que están trabajando denodadamente para llevar adelante esta situación de cuello de botella, que esperemos que en un par de meses esté ya solucionada”.
El referente argumentó que “Italia toma nota, pero a veces la realidad argentina es la que no ayuda con tantas situaciones que hacen que nuestros chicos se proyecten al extranjero. Tratemos de que con una buena forma de peticionar ante las autoridades, y no de manera compulsiva que nos ponga nerviosos a todos, podamos llegar a una solución”, señaló.