Sin disparar un solo tiro ni lastimar a nadie, y en escasos cuatro minutos, los cinco hombres con los rostros cubiertos que ayer a la mañana irrumpieron en la sucursal del Banco de Santa Fe de Capitán Bermúdez se llevaron un millón y medio de pesos que estaban guardados en sacas. Los hampones concretaron el golpe después de que se marchara el camión de caudales que, unos minutos antes, había llevado el efectivo a la entidad financiera.
Con el botín en su poder, los delincuentes huyeron en un utilitario que fue encontrado poco después a unas veinte cuadras del banco asaltado y que había sido robado. Al parecer, los maleantes dejaron abandonado el vehículo allí y continuaron el escape en dos autos.
Temprano. Poco antes de las 8 de ayer un camión de caudales de la empresa Prosegur llegó a la sucursal del Banco de Santa Fe de San Lorenzo al 600, en el centro de Capitán Bermúdez, frente a la ex estación de trenes. Los empleados de la firma ingresaron a la entidad financiera con las sacas que contenían el dinero.
Los bolsos con el efectivo, que estaba destinado a la actividad rutinaria del banco, quedaron depositados en el tesoro. A esa hora la entidad bancaria estaba abierta a raíz de que en las localidades aledañas a Rosario el horario de atención es de 7.15 a 12.15.
Una fuente vinculada con la investigación del atraco señaló que, apenas minutos después de que se marcharan los empleados del camión de caudales, entraron en escena cinco hombres fuertemente armados que desde hacía un rato esperaban el momento para actuar a bordo de un utilitario color gris.
Encapuchados. Primero ingresaron dos hombres con los rostros ocultos con una gorrita y un pañuelo. Entonces, como es habitual, uno de los policías que custodiaba la entidad financiera les pidió que se los quitara.
La respuesta de los recién llegados fue tan rápida como intimidatoria: le exhibieron pistolas y lo redujeron. En ese momento ingresaron tres cómplices con las cartas cubiertas con máscaras de cotillón.
"Los ladrones tenían puestas caretas como las que se usan en Halloween", contó un testigo en alusión a la festividad conocida como "Noche de brujas".
Cuando los asaltantes irrumpieron en el banco, en el local había alrededor de diez clientes y algunos jubilados que se disponían a cobrar sus haberes. "Lograron reducir a uno de los policías, pero el otro pudo ingresar a la garita de seguridad desde donde activó la alarma", explicó a este diario el fiscal Aquiles Balbis, a cargo de la investigación del atraco.
Enseguida, uno de los maleantes voceó la orden de rigor. "Todos al suelo". Entonces los empleados y los clientes debieron arrojarse al piso. El delincuente que controlaba al policía comenzó a "contar en voz alta el paso del tiempo", relató un testigo.
Al mismo tiempo, los otros dos cómplices se encaminaron hacia el tesoro. Ingresaron a punta de pistola a la bóveda, luego de forzar con una herramienta la abertura de la última caja. Una vez allí, encañonaron al tesorero y se llevaron las sacas con el efectivo que todavía estaban cerradas.
En ese sentido, si bien no se podía asegurar cuánto dinero había exactamente en las sacas, la información que circulaba ayer indicaba que se trató de alrededor de un millón y medio de pesos.
Asimismo, los voceros consultados señalaron que no hubo personas heridas como consecuencia del atraco, más allá de un empleado que recibió golpes leves. "Un empelado tiene un golpe, pero no tuvo que ser internado, fue más para amedrentarlo que para lastimarlo", sostuvo un portavoz de la entidad financiera.
Escape. Con el botín en su poder y, cuando tan sólo habían transcurrido unos tres o cuatro minutos desde que habián ingresado, los hampones salieron a la calle y se subieron a un utilitario Peugeot Partner gris que estaba estacionado frente al banco y en el cual los estaba esperando un cómplice.
Según revelaron testigos, los asaltantes enfilaron con velocidad en dirección al sur por la avenida San Lorenzo —tal como se llama la ruta 11 en Capitán Bermúdez— pero cuando llegaron al camino de ingreso a la planta de la empresa Celulosa, a unas veinte cuadras del banco asaltado, dejaron abandonado el utilitario en una calle lateral. Entonces, según señalaron fuentes allegadas al caso, subieron a dos autos para continuar el escape por la ruta 11.
El vocero consultado indicó que el vehículo que utilizaron los asaltantes para concretar el atraco había sido robado en Rosario.
Un testigo contó que los malhechores se fueron favorecidos por la luz verde del semáforo de la calle Santa Fe —tranversal a San Lorenzo— luego tomaron la calle Pomilio y luego dejaron abandonado el utilitario a pocos metros de la planta de Celulosa.
"Lo que me llamó la atención es que el camión de Prosegur no estuviera custodiado por la policía", comentó el hombre que dialogó con este diario.
Filmaciones. Una fuente de la fiscalía regional señaló que los investigadores judiciales y de la Policía de Investigaciones (PDI) ayer se disponían a observar las imágenes registradas por las videocámaras de vigilancia instaladas en la sucursal asaltada del Banco de Santa Fe.
"También vamos a mirar lo que captaron las cámaras de la Municipalidad de Capitán Bermúdez y otras privadas de la zona", dijo el portavoz consultado.