El dueño de un emblemático cabaret de la ciudad fue detenido ayer bajo el cargo de promoción y facilitamiento de la prostitución en el marco de un operativo que se desplegó en el corazón de Pichincha. En el local había 18 mujeres de entre 18 y 49 años que fueron asistidas por profesionales y se detuvo además a una mujer que actuaba como encargada de un hospedaje contiguo, en donde las alternadoras mantendrían encuentros sexuales con los parroquianos.
La directora del Instituto de la Mujer del municipio, Andrea Travaíni, quien participó del operativo, descartó que en el lugar se haya detectado trata de personas y explicó que la Justicia dispuso el cierre de la whiskería, que estaba habilitada por la Municipalidad, debido a que allí "había proxenetismo y explotación sexual".
Todo sucedió cerca de las dos de la madrugada en Callao 125 bis, donde funciona el cabaret conocido como "La Rosa", un reducto que adquirió fama en Rosario y hasta tuvo proyección nacional por sus shows de alto contenido erótico.
En la fachada del local, adornada con el sugestivo eslogan de "Las puertas del infierno" coronado por un tridente rojo, algunos parroquianos pugnaban por ingresar cuando vieron llegar móviles policiales que los hicieron desistir de su actitud.
Adentro, y ajenos a lo que acontecería en minutos, el local estaba colmado de hombres. El tañido de una campana anunciaba el inicio de otro show erótico y una voluptuosa mujer comenzaba a caminar por una pasarela despertando una mezcla de suspiros y alaridos, todo bajo la seductora armonía de un tema de Inxs.
Pero el éxtasis contemplativo se cortó de plano con el ingreso de una nutrida comitiva encabezada por la jueza de Instrucción Nº 2, Alejandra Rodenas, acompañada por su secretario, Florentino Malaponte; el fiscal Marcelo Vienna y su secretaria María Mazza.
Llegaron hasta allí como corolario de una investigación que se inició en agosto del año pasado y que había dado indicios certeros de que el lugar tenía estrecha relación con un hospedaje ubicado pared de por medio. De acuerdo a las fuentes consultadas, allí las mujeres mantenían encuentros sexuales con los parroquianos que iban a la whiskería a disfrutar de los 17 shows que se brindan cada noche. Esto fue refrendado por la secretaria de Prevención e Investigación de Delitos Complejos, Ana Viglione, quien explicó que "la investigación se inició en agosto del año pasado bajo la conducción del fiscal Marcelo Vienna". Y agregó que "el resultado del allanamiento permite tener indicios suficientes para vincular la whiskería con el hospedaje contiguo".
Entre el secuestro de elementos de interés para la causa se encuentran un auto de alta gama; dinero en efectivo; gran cantidad de profilácticos y de dispositivos sexuales; teléfonos celulares y documentación.
Los efectivos policiales detuvieron a dos personas: Juan Cabrera, dueño de la whiskería, y la mujer encargada del hospedaje, cuyos datos no trascendieron.
Cabrera, más conocido por el apodo de el Indio Blanco, fue conducido a dependencias de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) bajo el cargo de promoción y facilitamiento de la prostitución. La jueza, en tanto, dispuso la clausura de la whiskería.
"No hay trata". La directora del Instituto de la Mujer, Andrea Travaíni, indicó ayer que integrantes de ese organismo participaron del operativo en "La Rosa", donde asistieron a las 18 mujeres que trabajaban en el lugar.
Travaíni explicó que "está descartada la trata de personas. Todas las mujeres tenían sus contratos correspondientes, son mayores de edad, no están privadas de su libertad y tienen sus francos laborales", detalló.
Sin embargo, explicó que la jueza Rodenas determinó el cierre de la whiskería debido a los resultados de una investigación que le dio datos certeros de que en el lugar "había proxenetismo y explotación sexual".
Travaíni confirmó que a las mujeres se les ofrecieron salidas laborales que impulsa el Instituto de la Mujer. "Muchas se mostraron entusiasmadas, así que el lunes empezaremos a trabajar en conjunto", adelantó.
Quien también destacó que no se está en presencia del delito de trata de personas fue el abogado defensor de "el Indio", Paul Krupnick. "En la whiskería, que estaba correctamente habilitada, todas las mujeres que trabajaban tenían sus contratos de alternadoras en orden y estaban refrendados por el Instituto de la Mujer y el Ministerio de Trabajo. Todas son mayores de edad y ninguna estaba allí bajo coacción", destacó el letrado.
Se estima que "el Indio" será indagado mañana en sede judicial, al tiempo que las mujeres serán contactadas por el Instituto de la Mujer para reinsertarlas laboralmente en otros ámbitos. La Rosa, en tanto, fue clausurada por violación a la ley de profilaxis.