Durante años, el ahora ex ciclista estadounidense Lance Armstrong se río del sistema establecido en su deporte para sacar rédito deportivo y ganar por ejemplo, siete Tours de France, el certamen más prestigioso del mundo. Lo consiguió gracias a que implementó durante años un plan de dopaje que le permitió ganar hasta lo inimaginable. Hace algunos días, Armstrong confesó en una entrevista para Discovery Channel, su ex sponsor, que mintió durante años (como también lo hicieron, por su insinuación, varios ciclistas del equipo que él encabezó, el US Postal). Aprobó lo que negó toda su vida de deportista y se mostró en el papel de arrepentido. Pero esa pesadumbre, ¿es sincera?
El ex ciclista dijo que la confesión lo llevó a perder 75 millones de dólares (ganó muchos más en los años en los que se transformó en “el mejor ciclista de la historia”) y la credibilidad y la confianza de quienes estuvieron alrededor de su carrera e incluso de sus admiradores. Sin embargo, al tiempo que Armstrong asume, como lo viene haciendo en las últimas semanas el lugar de arrepentido, genera números extraordinarios en otros ámbitos. ¿No es entonces una nueva puesta en escena?
La entrevista en la que Armstrong asumió que se dopó para ganar varios Tours de Francia, fue vista por 28 millones de espectadores, según anunció el canal que la emitió. Y eso, en televisión, se traduce en ganancias económicas. La emisora, propiedad de la periodista estadounidense Oprah Winfrey, quien condujo el reportaje detalló que de los 28 millones 12.200.000 fueron estadounidenses, 15.000.000 del resto del mundo y 800.000 la observaron por Internet. La exclusiva con Armstrong fue emitida en dos capítulos, el jueves y viernes de la pasada semana, y duró dos horas y media.
A su vez, aunque se diga que se trata de un deportista caído en desgracia, el estudio Paramount Pictures y el productor J.J. Abrams compraron los derechos de un próximo libro sobre el ex ciclista con el fin de rodar una película. El libro se llamaría Ciclo de mentiras: la caída de Lance Armstrong, aunque aún se desconoce la fecha de publicación.
Sony Pictures tenía ya una idea de una película sobre Armstrong pero cuando todavía era un héroe, antes de las acusaciones, la sanción y la confesión por doping, por lo que ante tantos señalamientos la idea se desmoronó. Los derechos por las historias también son un negocio.
Lance Armstrong confesó que se dopó con EPO (Eritropoyetina, una hormona que estimula la formación de glóbulos rojos), transfusiones de sangre, testosterona, hormona de crecimiento y cortisona, en cada uno de los Tour de France que ganó entre 1999 y 2005. Las declaraciones fueron una aceptación del propio Armstrong a las acusaciones de la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos (USADA) hizo pesar sobre su cabeza durante años.
Considerando este marco, ¿se tratará de un verdadero arrepentimiento u otro artilugio del ex ciclista para colocarse en el centro de la escena en pos de su beneficio personal?