El territorio de Cisjordania fue escenario ayer de choques esporádicos, un día después del anuncio de medidas para regular el acceso a la Explanada de las Mezquitas, epicentro de la ola de violencia entre palestinos e israelíes. En la ciudad cisjordana de Hebrón, cerca de la Tumba de los Patriarcas, lugar santo para los musulmanes y los judíos, guardias fronterizos abrieron fuego ayer contra una palestina que se acercó a ellos sujetando un cuchillo cuando le pidieron que se identificara, indicó la policía israelí. La adolescente de 17 años murió como consecuencia de sus heridas, y varios testimonios palestinos contradicen la versión israelí de los hechos.
Cerca de Hebrón, dos israelíes resultaron gravemente heridos en ataques con cuchillo, cuyos autores se dieron a la fuga, informaron el ejército y la policía israelíes. Y un palestino de 20 años resultó gravemente herido después de que un colono israelí le disparara con arma de fuego en las afueras de Sair, a proximidad de la colonia de Mezad.
Los enfrentamientos entre jóvenes palestinos y fuerzas israelíes son casi diarios, así como las agresiones mutuas entre colonos y palestinos y los ataques de estos últimos con arma blanca. Desde el 1º de octubre, murieron 53 palestinos —la mitad de ellos autores de atentados—, un árabe-israelí y ocho israelíes en estos episodios violentos.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anunció el sábado desde Ammán que Israel y Jordania, guardiana de los lugares santos de Jerusalén, habían decidido cooperar para rebajar las tensiones en torno a la Explanada. El premier israelí, Benjamin Netanyahu, aceptó la propuesta jordana de instalar un sistema de videovigilancia, durante las 24 horas del día, de todos los lugares del complejo, situado en Jerusalén Este.
La cuestión del control y del acceso a la Explanada —tercer lugar sagrado del islam, venerado también por los judíos que lo consideran como la ubicación del Templo de Salomón— es uno de los factores claves para explicar la actual ola de violencia. Los palestinos y los jordanos acusan a Israel de querer cambiar las reglas (el statu quo) que rigen la explanada para dividirla entre judíos y musulmanes. Esas normas autorizan a los judíos a visitar el recinto en determinadas horas, pero les prohíbe rezar allí. Netanyahu volvió a negar ayer su intención de modificar esas reglas. “Los musulmanes rezan en el monte del Templo (nombre con el que los judíos se refieren a la Explanada), los no musulmanes visitan el monte del Templo”, aseguró.
El rey de Jordania, Abdalá II, celebró esas declaraciones de Netanyahu “a condición de que se pongan en práctica”. El premier israelí afirmó que la instalación de cámaras de seguridad en la Explanada de las Mezquitas está en sintonía con los intereses de su país. Las cámaras “van a servir primero para refutar la idea de que Israel está violando el status quo y segundo, para mostrar de dónde vienen realmente las provocaciones y para prevenirlas”, dijo. Falta por ver si esas medidas convencerán a los jóvenes palestinos que componen un movimiento que escapa al control político.
Los dirigentes palestinos mostraron sus reservas sobre el acuerdo entre Israel y Jordania.