Aun sin levantar las restricciones a las operaciones en el sector bancario, el presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, anunció ayer un plan de emergencia para impulsar la economía y aclaró sus intenciones de evitar recortes de empleos y salarios. Cientos de chipriotas esperan ante bancos y cajeros automáticos para extraer el mínimo permitido de 300 euros diarios, en medio de demandas del Eurogrupo de que esta isla recaude casi 7.000 millones de euros, a costa de los depósitos bancarios, para recibir un rescate de 10 mil millones.
Anastasiadis, quien en su campaña electoral para llegar a la presidencia en febrero pasado prometió alcanzar un acuerdo con los acreedores foráneos, ahora lanza un paquete de urgencia para facilitar la inversión, de ayudas para mejorar el empleo juvenil y la situación de sectores vulnerables.
Riesgos. La prensa local comentó, sin embargo, que las fórmulas aplicadas por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Europeo de Desarrollo en naciones como Irlanda, Portugal o Grecia de ninguna forma dejaron a un lado los recortes sociales y medidas de ajustes que afectaron, precisamente, a las personas de menor poder adquisitivo.
Ahora, el dignatario conservador chipriota propone aprobar un plazo de 30 días para proyectos de desarrollo pendientes y establecer como permanente la excepción de impuestos sobre la reinversión de los beneficios empresariales. El presidente se pronuncia por reducir requisitos para la inversión foránea, impulsar una legislación para legalizar los casinos, posibilitar a los bancos la extensión de plazos para menores tasas de interés y emplear el Fondo Europeo de Desarrollo en la ayuda al empleo juvenil.
El jueves, Anastasiadis debe presentar ante la troika de acreedores un plan de reajuste en el que le sería difícil evitar recortes sustanciales a los gastos sociales, estiman analistas. Además, el gobierno aplica un gravamen extraordinario de casi el 40 por ciento sobre cuentas superiores a 100 mil euros que podría llevar al cierre de más 30 mil empresas pequeñas o medias.
El acuerdo de un paquete de rescate para Chipre de 10.000 millones de euros desató el primer "corralito" en un país de la Unión Europea. Tras casi dos semanas de cierre de los bancos, estos reabrieron el jueves con normalidad aunque con fortísimas restricciones al movimiento de capitales para evitar una fuga masiva del dinero. A los ciudadanos se les impuso un límite de retirada de efectivo de 300 euros por persona y día.
Escándalo de evasión en el Ejecutivo
El diario griego Jaravgui, afín al partido comunista AKEL, denunció que la compañía Loutsios & sons, que pertenece a los miembros de la familia del presidente chipriota, realizó los días 12 y 13 de marzo una transferencia de 21 millones de euros desde el Banco Popular (Laiki) a dos entidades financieras en Londres, solo tres días antes del acuerdo con el Eurogrupo que establecía impuestos a los depósitos bancarios. El mandatario chipriota desmintió tajántemente la versión.