El presidente venezolano Hugo Chávez fue autorizado a ausentarse nuevamente del país por la Asamblea Nacional, para someterse a una operación de urgencia en Cuba contra el cáncer que sufre. La gravedad de la enfermedad que padece el mandatario, reelegido por otros seis años en octubre pasado, se puso de manifiesto en un mensaje a la nación que dio la noche del sábado, cuando admitió que padece una recaída del mal y designó inesperadamente como su sucesor eventual al vicepresidente Nicolás Maduro. El doble anuncio de Chávez, que tiene mandato hasta 2019, sumió a Venezuela en la incertidumbre y el estupor. Ayer los chavistas se reunieron de forma espontánea en Caracas y otras ciudades para manifestar su dolor y desazón.
La que será la cuarta intervención quirúrgica del mandatario desde que se le declaró el cáncer a mediados de 2011, en La Habana, adonde tenía previsto viajar, es de perspectiva incierta. El propio Chávez remarcó la gravedad de su salud en su mensaje a la nación, e indicó el camino a seguir en caso de que no pueda reasumir la presidencia el próximo 10 de enero, cuando se inicia el nuevo período. "¡Vivirá, vivirá, el comandante vivirá!", coreaban ayer en la plaza Bolívar de Caracas sus seguidores, donde se congregaron durante todo el día, así como en otros lugares del país. "Sentí una pena muy grande cuando dijo que va a ser intervenido de nuevo, pero ahora estoy aquí para pedirle a Dios que lo ayude en sus tiempos difíciles", dijo Vladimir Hernández, de 52 años.
Chávez, que ha manejado todo lo relativo a su enfermedad como un secreto de Estado —al punto que ni siquiera se conoce qué tipo de cáncer padece—, sólo dijo que la intervención era "absolutamente imprescindible" y "urgente", por la aparición de "células malignas" en la misma zona donde estuvo antes localizado el cáncer, la región pélvica. Esta ubicación y su recurrencia es casi lo único que se conoce en forma oficial de la enfermedad que padece el presidente.
Ayer el mandatario obtuvo el permiso de la Asamblea Nacional para viajar a Cuba y ausentarse del país por tiempo indefinido. Pero seguirá ejerciendo desde la isla sus funciones, como en sus anteriores viajes por motivos de salud. Este será el 12º viaje a Cuba por razones terapéuticas desde junio de 2011.
Chávez designó sucesor a su vicepresidente y ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, quien en caso de enfermedad irrecuperable del mandatario ocuparía su cargo hasta la convocatoria de nuevas elecciones y sería en éstas candidato del oficialismo. "Elijan a Maduro como presidente de la República, se los pido desde mi corazón", dijo Chávez en su mensaje a la nación.
El líder opositor y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, criticó que Maduro sea considerado posible sucesor. "Que quede bien claro: en Venezuela no hay sucesión. Esto no es Cuba, ni una monarquía donde hay un rey y entonces sube al trono el designado por el rey. No, aquí en Venezuela cuando una persona se separa de una posición, la última palabra siempre la tendrá nuestro pueblo", advirtió Capriles, que en octubre perdió las elecciones contra Chávez, pero que es una figura de gran popularidad (logró 44 por ciento de votos en esa contienda).
La Constitución venezolana establece que si sucede la "falta absoluta" del presidente antes de la toma de posesión o durante los cuatro primeros años de los seis que dura el mandato, se deberá proceder a nuevas elecciones dentro de un periodo de 30 días. Chávez dijo el sábado que Maduro se encargaría, de ser necesario, de ejercer la presidencia mientras se convocara a elecciones.
El próximo domingo se celebrarán elecciones estaduales, en las que el chavismo aspira a revalidar el control en la mayoría de Estados y arrebatar a la oposición sus principales feudos, especialmente el populoso Miranda, que abarca parte de Caracas y es gobernado por Capriles, que aspira a la reelección. Los candidatos chavistas, sin embargo, se quedaron sin la presencia de Chávez en sus campañas, un dato que puede resultar decisivo.