El lastre de los partidos en serie atenta contra la verdadera evolución deportiva de Central. El clima político, donde la cancha parece estar bastante embarrada y donde además no abundan propuestas conceptuales, también produce sus estelas de manera indirecta. En el medio de la escena aparece el puñado de jugadores y cuerpo técnico canalla que vienen poniéndole el pecho y cara a la realidad. Luego de algunos cachetazos seguidos, los auriazules demostraron en las dos últimas presentaciones que el amor por la causa es más fuerte. Y hoy tratarán de enarbolar la tercera alegría al hilo que le permita meterse en la pelea, en un campo que parecerá una caldera de verdad si Independiente no da señales de vida de entrada tras su espantosa derrota ante River. El estadio Libertadores de América será el escenario donde ambos irán por lo mismo desde las 15: el triunfo.