Un partido clave. "No decisivo", según lo catalogó Juan Antonio Pizzi durante la semana. Pero lo que ocurra mañana en el Monumental frente a River puede resultar relevante en el caso de lograr un buen resultado (léase victoria). No perder significaría mantener al equipo de Matías Almeyda a tiro, amén de lo que ocurra con Instituto, claro está. Y ganando no sólo se le daría alcance, sino que también se seguiría estando en la zona de privilegio. Pero, lo fundamental, sería un envión anímico realmente importante de cara a la recta final de la primera parte de la temporada.
Por estos días todavía duele la derrota sufrida en Tucumán a manos de Atlético, más allá de que los protagonistas hablaron de levantar rápidamente la cabeza y mirar hacia adelante. La ecuación es simple: un buen resultado en el norte hubiese servido para viajar a Núñez con menos urgencias de las que hoy pueden llegar a existir.
Pero volviendo a lo que será el partido de mañana, salir bien parado de esta cita pondría ya al equipo al menos un punto por encima de la línea con la que finalizó el primer semestre de competencia la temporada pasada, todavía con dos partidos por delante.
De todas formas, para el técnico, que no es necio y entiende que "el resultado es lo más trascendental y lo más fácil para dañar o fortalecer el estado de ánimo", la "forma de jugar es clave para el aspecto anímico". Y es a partir de esta idea donde se sientan las bases de la decisión del DT de hacer algún mínimo retoque en el equipo. Porque salvo los ingresos obligados de Jorge Broun y Leonardo Talamonti (por el lesionado Manuel García y el suspendido Nahuel Valentini, respectivamente), sólo optará por la vuelta de Rafael Delgado (por Germán Rivarola).
A partir del domingo, a Central le quedarán dos compromisos más. Recibirá a Patronato y visitará a Chacarita (contra Desamparados, por la 19ª fecha, se jugará recién en febrero). Dos partidos complejos, como todos, pero que bien podrían ser tomados como trampolín para pegar el último gran salto desde lo numérico antes que el receso entre en acción.
Siempre se habló de que se tata de un campeonato excesivamente largo, con chances permanentes para aquellos equipos que se valen de las rachas positivas. Central hoy puede dar fe de ello. Porque después de cuatro partidos sin triunfos (Almirante Brown, Independiente Rivadavia, Quilmes y Deportivo Merlo) llegó la seguidilla de tres victorias (Ferro, Huracán y Aldosivi) y hoy el equipo (pese a la caída en Tucumán) está en la conversación que todos quieren entablar. Claro, lo que viene no será sencillo. Y precisamente por eso la importancia de salir bien parado. Porque se ser así, se apuntalará el rubro numérico, pero también se fortalecerá el ánimo para el sprint final.
Alegría, no ansiedad
Leonardo Talamonti está en la previa de su retorno al primer equipo. Después de un par de lesiones que lo marginaron de la actividad (los últimos tres partidos estuvo en el banco), al defensor se le presenta nuevamente la chance de jugar debido a la suspensión de Nahuel Valentini y es algo que toma con “mucha alegría” por el simple hecho de “aportarle” algo al equipo. Y lo hará frente a River, el otro club en el que jugó en el fútbol argentino, aunque eso no le signifique un plus extra. “Para mí es un plus cualquier partido porque cada uno de ellos los vivo de la misma manera. La alegría me la da estar bien para cada partido y sólo trato de disfrutar de eso”, esgrimió el zaguero.
“Estoy muy bien. Hace más de un mes que vengo trabajando de manera normal junto al grupo. Estoy esperando que me toque jugar. Ahora se me abrió la posibilidad pero de mi parte quiero trabajar como lo hice hasta ahora”, confió la Oveja.
—¿Te bajoneaste de más después de las lesiones?
—No, para nada. Yo ya estoy grande y siempre dije que lo que quería era entrenar para cuando me toque jugar. Hoy lo vivo de esa manera, siempre con muchas ganas de estar, pero nunca me amargué demasiado.
—¿Considerás que será una buena oportunidad para ganarte la titularidad?
—Eso de la titularidad lo tiene que decidir el técnico. Yo trabajo todos los días de la misma manera y cuando me toca dejo todo.
—¿No estás ansioso?
—Yo quiero jugar siempre. Si no fuera así me quedaría en mi casa. No tengo ansiedad, sí alegría porque hoy vivo las cosas de esta manera.
—¿Te sentís un poco en deuda de haber jugado tan poco más allá de que fue por lesiones?
—No me siento en deuda con nadie. Yo entreno todos los días al ciento por ciento. Después, por circunstancias del fútbol estuve afuera un par de partidos y me tocó estar afuera, pero esperé tranquilo, sabiendo que ya nadie juega con el apellido y me pone contento que sea así porque de chico lo sufrí mucho. l
Por Broun, Rivero y Valentini
Rosario Central trabaja en la renovación de los contratos de Jorge Broun, Martín Rivero y Nahuel Valentini, cuyos vínculos con el club finalizan en junio de 2012. Desde la institución confían en que tendrán una resolución favorable, pero de todas formas habrá que aguardar que las charlas que se iniciaron prosigan y, lo más importante, prosperen. De todas formas, el caso más complejo parecería ser el del arquero. “Estamos negociando y todavía no pudimos cerrar con nadie pero por ningún motivo en especial. No es que estemos en conflicto ni mucho menos, sino que estamos negociando”, le confió a Ovación el presidente Norberto Speciale, quien aseguró no tener “ningún apuro porque son contratos que vencen recién a mediados del año próximo”.
No obstante, se sabe que estos temas son difíciles de tratar cuando los tiempos se dilatan más de la cuenta. “No estamos muy lejos”, apuntó Speciale, quien advirtió que hace unos días estuvo reunido con los representantes de Broun. También aseveró que “coincidimos en que no es el momento para tratar el tema. Vamos a esperar que pasen estas tres fechas que quedan y después lo conversamos bien”.
Precisamente, estirar mucho los tiempos puede provocar no sólo un desacuerdo entre las partes, sino complicar la presencia de los futbolistas en cuestión en el próximo semestre. Muchas veces casos como estos terminaron con los jugadores sin ser tenidos en cuenta por orden dirigencial. Sin dudas un cuadro de situación que perjudicaría especialmente al club. Si se llega a esa instancia “podrán jugar o no”, abundó Speciale. Y agregó: “De acá al 30 de diciembre queremos tener estos tres contratos firmados. De mi parte soy optimista y creo que los vamos a firmar, pese a que se trata de plata”. l
Sólo resta la confirmación del Técnico
Sin contingencias en el entrenamiento de ayer, y de no mediar inconvenientes en la práctica de hoy, Juan Antonio Pizzi ya tiene confirmado el equipo. Jorge Broun volverá al arco en lugar del lesionado Manuel García, mientras que Leonardo Talamonti suplirá la ausencia del suspendido Nahuel Valentini. Pero no serán las únicas variaciones que sufrirá el conjunto canalla teniendo en cuenta lo que fue la derrota ante Atlético de Tucumán, ya que Rafael Delgado también será de la partida, en lugar de Germán Rivarola.
En este último punto es donde, en parte, sorprendió Pizzi con el táctico del martes y el ensayo del miércoles. Seguramente el DT entendió que el Chelito le puede dar al equipo una mayor cuota de agresividad en la marca, más teniendo en cuenta que enfrente estará una de las delanteras más picantes de la categoría. Tal vez para esta ocasión, Pizzi apuesta más a solidificar la última línea y no tanto la proyección de los laterales, al menos en ese sector de la cancha.
River tiene mucho vértigo por ese andarivel y de allí puede analizarse también la decisión de mantener a Omar Zarif como volante por izquierda, cumpliendo una función que muy pocas veces en su carrera llevó a cabo.
Y más allá de las características del Turco Zarif, Pizzi no modificó el sistema de juego. El DT entiende que la principal arma de River es la tenencia del balón y por eso la insistencia en un equipo con una marcada vocación ofensiva. l