No hay dudas de que Rosario es su lugar en el mundo deportivo. Si bien la tendencia marcaba que las chances de repatriar a Jesús Méndez eran escasas al final de 2011, ayer quedó demostrado una vez más que en el fútbol todo pasa y puede ser. Porque la dirigencia de Central lanzó una operación relámpago sobre territorio de Boca y terminó abrochando en cuestión de horas la cesión a préstamo del volante mendocino y cerró así el mercado de pases con dos caras nuevas (la otra es Monje). “Se hizo todo muy rápido. Estoy feliz porque vuelvo a mi casa, por lo menos por seis meses”, le confió anoche el mediocampista en comunicación telefónico a Ovación y mientras estaba “rumbo a Necochea para sumarme al plantel otra vez”. Será la tercera escala que hará el hábil jugador en suelo de Arroyito.
“Estoy muy contento por todo. Gracias a Dios soy jugador de Central otra vez. Sinceramente tengo muchas expectativas por todo lo que vendrá en poco tiempo más. No veo la hora de llegar y ponerme a entrenar con los muchachos”, afirmó ayer a la tarde un emotivo Méndez minutos después de haber firmado toda la documentación en las oficinas de la AFA. La operación comprendió una cesión hasta la finalización del torneo de la B Nacional. Y entre Boca y Central se harán cargo del sueldo del jugador por partes iguales.
—¿Qué te movilizó volver?
—Siempre estuvo en mi mente regresar. Todos saben que Central es importante en mi vida y, pese a que me fui hace seis meses y se dijeron muchas cosas, sinceramente siempre pensé en volver.
—¿Se puede decir que también te motivó que este equipo demostró estar bien desde todo punto de vista?
—No. Lo que más que motivó es el club. El año pasado me sumé a un plantel donde también había muchos chicos y lamentablemente no logramos el objetivo, pero siempre se trabajó para devolver al club a primera. Con respecto al actual grupo, por lo que veo desde afuera, hay buena química y los resultados lo acompañaron.
—A nivel deportivo, ¿qué representa este paso que das?
—Es importante porque vuelvo a mi casa. Estoy con muchas ganas de ponerme a entrenar junto a los chicos otras vez. Espero mañana (hoy) muy ansioso.
—¿Cuánto influye el hecho de que Pizzi te pidió y que su momento te quiso llevar a la Católica?
—Sabía que me quería llevar a Chile el semestre pasado. Siempre es importante saber que el entrenador tiene un buen concepto de uno, pero también tengo muy en claro que para jugar debo ganarme el puesto en la semana entrenando duro como siempre lo hice. Porque en el fútbol actual nadie juega con el nombre.
—Hablando de jugar, ¿sabés que se vienen seis meses cruciales?
—Sí, lo sé muy bien. Ya pasé por esta situación. Por eso deseo que podamos estar a la altura de las circunstancias.