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os recaudos que Rosario Central podría tomar en el partido contra Boca Unidos tienen que ver estrictamente con lo que sucedió en el debut. Sin que aparecieran las confirmaciones de parte del cuerpo técnico, la decisión respecto al equipo ya está tomada. Serían cinco las variantes para mañana (ver aparte), pero el análisis que intenta hacerse tiene que ver con las cosas en las que se hicieron hincapié y en las que se considera le dará más consistencia al equipo. El primer punto en cuestión que merece ser resaltado tiene que ver con el cambio de esquema. A partir de ahí es donde nacen todas las especulaciones acerca de que el canalla va a Corrientes con un espíritu más luchador. Sin resignar protagonismo, pero tratando de no entregarle las facilidades que tuvo Sarmiento en el Gigante hace apenas unos días. Russo pergeñó un 4-4-2 (o bien 4-4-1-1, dependerá de la posición en la que se mueva José Luis García). Algo bien clásico, especialmente en esta divisional.
Si el primer partido hubiese ofrecido un resultado positivo tal vez otra sería la historia. Pero no fue lo que sucedió. A esto se le sumó la posibilidad de poder contar con Jesús Méndez, para el técnico una pieza clave. Y se sabe que el puesto que más conoce el mendocino es el de doble cinco. Allí está previsto que juegue. En la previa del torneo se especuló con que podía ser utilizado como un volante más tirado hacia la izquierda, pero eso quedará para más adelante.
¿Qué gana el equipo jugando de esta forma? Mayor solidez en el mediocampo. Siempre bajo el lema de las especulaciones. La labor de Nicolás Freitas no estuvo a la altura de las expectativas, aunque el uruguayo fue víctima (y partícipe necesario) del desorden que mostró el equipo, especialmente en el primer tiempo, producto de las urgencias y el desorden consecuente que provocó el gol tempranero de Sarmiento. Ahora el uruguayo tendrá una rueda de auxilio en el anillo central, más allá de que Méndez también deberá jugar un rol preponderante en la generación de fútbol.
La eliminación de la figura del enganche clásico está prevista para compactar las líneas. Igual, tanto Gagliardi como Lagos tendrán la obligación de buscar el desequilibrio por las bandas. De hecho contarán con dos marcadores de punta a sus espaldas que tienen la indicación de pasar al ataque cuando la situación lo amerite. Más por el lado derecho, ya que Gerardo Pérez no cuenta con la vocación ofensiva que tiene Paulo Ferrari (ausente por lesión).
La inclusión de José Luis García también hace a la cuestión. Porque de confirmarse su ingreso, su función no será la de un atacante definido. La idea es que se mueva como mediapunta, lo más cerca posible de Héctor Bracamonte, pero intentando no aislarse de la zona media. Ahí, en la apuesta por un solo punta definido, es donde emergen las especulaciones acerca de una de las cosas que puede llegar a perder el equipo jugando de esta forma.
Toda derrota deja su aprendizaje. En el fútbol no hay recetas mágicas ni mucho menos. Ahora, que Russo haya decidido, además de los nombres, modificar el dispositivo táctico es todo un indicio. No regalar puntos está en el ADN de cualquier equipo y este Central no es la excepción. Por eso el cambio. Por eso la sensación de que esa solidez que se busca pueda llegar a entregar sus frutos. Esta vez con un tinte más combativo.