Mientras transcurren los días y se acerca el partido contra River, Miguel Angel Russo piensa y prueba. De decisiones, por ahora, nada que ver. Claro, todavía falta para el encuentro y el entrenador canalla parece decidido a tomarse hasta el último minuto. Por lo pronto, las pruebas comenzaron y hoy lo que puede tomarse como el indicio más concreto es que el entrenamiento de ayer contó con los mismos once que estuvieron el pasado domingo en cancha de Quilmes. Al menos fueron quienes arrancaron el ensayo futbolístico, ya que después hubo retoques sobre la marcha, con los ingresos de Franco Niell y Sebastián Abreu (también lo hizo el juvenil Tomás Mantía en lugar de Rafael Delgado). De ahí a que sea el equipo para el domingo hay un largo trecho. Falta la confirmación por parte del DT, nada menos.
Las voces que indicaban que a Russo le daba vuelta por la cabeza la posibilidad de realizar alguna modificación aún se siguen escuchando. Y así será hasta que el propio DT se atreva a nombrar quiénes van a jugar.
Por allí el técnico está pendiente de lo que pueda poner el millonario en cancha, más allá de que Ramón Díaz mantenía una sola duda, en la mitad de la cancha: Carbonero o Solari.
La cuestión pasa por la forma que tendrá Central de encarar la línea de tres que presentará el equipo de Núñez. Es que en el arranque de la semana trascendió que el entrenador canalla iba a hacer especial hincapié en ese tema.
La génesis de Russo fue siempre la misma. La de un técnico que, habitualmente, no realiza grandes modificaciones de un partido a otro, incluso en momentos cuando la estructura suele flaquear y los resultados no acompañan. Hacer un repaso de lo que fue el inicio del torneo Inicial es un dato que abona esa teoría.
Por eso, en esta ocasión casi que no habría dudas. Pero sin embargo hay un tiempo prudencial que el DT se quiere tomar, amparándose en aquellas declaraciones de hace exactamente una semana, en las que hizo referencia al buen nivel de todos los jugadores del plantel, especialmente de los delanteros, que pueden llevarlo a mover piezas de una fecha a otra teniendo en cuenta las características del rival.
Y River presentará algunas de ellas particulares. De hecho, son pocos los equipos en el fútbol argentino que defienden con tres. Trabajar el partido por las bandas es lo que le está dando vuelta por la mente a Russo. De allí las posibilidades que aún se le abren a jugadores como Niell, Acuña o hasta el propio Antonio Medina. De ellos, ayer sólo Niell tuvo también minutos en cancha, al igual que Abreu (salieron Castillejos y Luna).
Donde Russo no parece tener ninguna duda es del medio hacia atrás. Las buenas actuaciones de Lisandro Magallán y Alejandro Donatti en cancha de Quilmes es algo que dejó muy tranquilo a todo el cuerpo técnico. Se hace hincapié sólo en la zaga central porque, se sabe, Paulo Ferrari y Rafael Delgado estando en óptimas condiciones son número puesto.
Y algo similar con el mediocampo. Hoy Hernán Encina es uno de los principales generadores de fútbol, al igual que Federico Carrizo. Uno por derecha y el otro por izquierda. Por eso son prácticamente intocables. Nery Domínguez y Jesús Méndez forman la otra pata de la zona media y a nadie hoy se le cruza por la cabeza tocarlos.
Saber que los canallas están ante la chance de meter un mejor arranque que el torneo pasado es lo que se analiza de manera minuciosa. Como siempre, el margen de error intenta ser reducido al máximo, pero en medio de ese pensamiento aparecen también las armas con las que puede contar Central para lastimar a River.
¿Será con Castillejos-Luna, como ante Quilmes? ¿O con algún otro nombre que aparezca en estos últimos días? Por ahora, Russo lo piensa.
