El renovado Central de Omar Palma intentará esta noche conseguir una victoria ante Independiente Rivadavia que le permita mantener la ilusión para alcanzar la promoción por el ascenso. Con esa premisa, el canalla se instaló el sábado por la noche en Mendoza, donde ayer la delegación pasó la Pascua concentrada y entrenando en la vigilia de un choque vital de cara al futuro.
Este no será un partido más por varias razones. Porque Central todavía no pudo sumar ni siquiera un punto jugando de visitante en lo que va de 2011 y si la intención es acercarse a los puestos de promoción, hoy tiene la obligación de cantar victoria afuera del Gigante. Otro resultado hipotecaría aún más el panorama.
Además porque en la antesala de este partido Palma decidió cambiar la modalidad de traslado en un viaje largo. Se suspendió el avión y se optó por el micro, en una señal clara de volver a las fuentes y potenciar el compañerismo. Como ocurrió en este traslado a Mendoza, la idea es estar 12 horas todos juntos en la ruta, tomando mate, jugando a las cartas y mirando videos del rival. Central no va a ganar o perder porque viaje en micro o avión, pero lo importante es el mensaje que pretende bajar Palma en referencia a que el grupo recupere la mística. Otro dato saliente que arrojó la previa fue que desde el martes el DT anticipó el equipo que tenía en mente. Es una manera de darles confianza a los que jugarán hoy ante la Lepra mendocina.
Sin misterios, con la determinación de recuper la mística, con un planteo de equipo compensado (ver página 3) y con la urgencia de ganar para mantener la expectativa, Central se juega una parada brava en una provincia donde el General San Martín dejó una huella imborrable de su gesta libertadora y entre sus frases célebres alguna vez expresó: “Serás lo que debas ser o no serás nada”. El desafío de Central será trasladar esta idea contundente al plano futbolístico. l