Tiempo es en esta ocasión lo que no le faltará a Juan Antonio Pizzi. El armado del equipo será un trabajo lento, pensante, más allá de que el DT canalla ya seguramente tiene en la cabeza lo que pondrá el lunes ante Patronato. Y más allá de que siempre se jactó de que cualquiera sean los nombres la idea es la misma, ahora hasta podría retocar a último momento, de acuerdo a lo que crea conveniente porque Central jugará con los resultados ya puestos de Instituto, Quilmes y River. De todas formas la única incógnita por develar estaría en la zona de ataque, donde la baja de Antonio Medina por acumulación de amarillas le abrió la puerta a Leonardo Monje, Javier Toledo y hasta al propio Santiago Biglieri, prácticamente recuperado de la molestia en el isquiotibial derecho.
Puntos a favor y en contra tienen todos ellos. Por eso todo pasará por los rasgos futbolísticos que Pizzi pretenderá que su equipo muestre en un partido que no será definitorio pero que puede resultar clave para las aspiraciones de ascenso.
Hasta aquí, en casi todos los partidos de este año Central jugó con dos delanteros, uno por afuera y otro por adentro. Siempre que se pudo, Medina y Castillejos formaron la dupla.
Primer dato importante: la única vez que el chaqueño debió quedarse afuera de manera obligada fue contra Gimnasia de Jujuy (venía de ser expulsado ante Instituto) y su reemplazante fue Toledo. Ahí Pizzi se la jugó por los dos grandotes en el frente de ataque.
Ese fue el único encuentro que el ex Chacarita jugó de titular en lo que va del torneo (en la primera parte se reponía de una lesión en la rodilla que arrastraba de la temporada anterior). En lo que va 2012 también estuvo en cancha en dos ocasiones más, frente a Gimnasia (LP) y Ferro, pero en ambas ingresando desde el banco de suplentes.
No es un dato menor que ese choque ante Ferro haya sido el encargado de abrir el marcador con un cabezazo. Tampoco es pasar por alto lo que hizo en la derrota ante Boca por la Copa Argentina, donde más allá de errar un penal fue el encargado de anotar el único gol, también de cabeza, del equipo canalla durante los 90 minutos.
Mientras, Leonardo Monje es otro que por las dudas lustra los botines. Un jugador que desde que llegó no tuvo chances de ser titular (sí lo fue en tres encuentros por Copa Argentina, ante Vélez, Belgrano y Boca), pero que tiene una asistencia casi perfecta a la hora del recambio. Porque salvo contra Gimnasia de Jujuy, que estaba suspendido, y en el de Ferro, en todos los otros partidos ingresó. Esto habla a las claras de que Pizzi tiene una consideración especial hacia el chileno.
Pero no es lo único que juega a su favor. El sector de la cancha por donde se mueve también podría hacerle un guiño. Porque quien falta es un delantero que juega por afuera y de esa forma también se desempeña Monje. Alguien dejó entrever que es "quien más chances tiene".
Lo de Biglieri es más sencillo de explicar. De no haber estado recuperándose de una lesión, era número puesto para acompañar a Castillejos. Es un buen indicio la manera en la que se movió en la práctica de ayer (ver aparte), pero por ahí es tenido en cuenta para el segundo tiempo, tal como pasó contra Atlético Tucumán y River, cuando la contusión en el isquiotibial aún le producía alguna pequeña molestia.
Igualmente no habría que descartarlo. Si ya trabaja a la par del resto es porque está a disposición del entrenador y listo para ser tenido en cuenta.