Envuelto en una decisión polémica, Central enfrentará esta noche, a las 22.05, a Vélez en el estadio Padre Martearena de Salta, por los 16avos de final de la Copa Argentina. Es que Juan Antonio Pizzi decidió utilizar mayoría de titulares para este compromiso cuando algunos pensaban que había que darle prioridad a la B Nacional, debido a que el lunes debe visitar a Almirante Brown, por la 27ª fecha del torneo.
Con los dos frentes abiertos en un tramo caliente de la temporada, el entrenador del conjunto canalla no quiso optar por ninguno y sigue dándole rienda suelta a los suyos para afrontar lo que viene con lo mejor que se tiene a mano en ese momento.
No es una determinación fácil. Es una apuesta arriesgada en la que Pizzi tiene más para perder que para ganar. Sin embargo, el DT confía en el buen paso de su equipo y tratará de sacarle el mejor rédito a este viaje que comprende la excursión por Salta y el inmediato traslado a Buenos Aires para trabajar la previa del choque con La Fragata.
Más allá de lo que representa (en lo deportivo y lo económico), ganarle a Vélez por la Copa Argentina, la real medición de esta jugada se verificará en el encuentro con Almirante Brown, ya que allí se centran las mayores responsabilidades de las huestes auriazules. La gran obligación es el ascenso y para eso no debe perder el tren del lote de los punteros. Ese es el verdadero reclamo (y el único) del hincha canalla, y Central deberá lidiar con ese desafío.
Pizzi cree en las posibilidades de sus dirigidos, busca garantías y recalca el valor de defender en cada encuentro la camiseta de Central, y ese es un valor extra que no se puede soslayar al momento de analizar su movida. Habrá que ver cuáles son las secuelas que pueden quedar tras la exigencia de este duelo. Puede ser una inyección anímica para la etapa decisiva del torneo, o bien, un obstáculo impensado.
Si bien no hubo confirmaciones, Nahuel Valentini y Andrés Alderete, por Franco Peppino y Ricky Gómez, serían las variantes en defensa y mediocampo. Mientras que arriba Leonardo Monje irá por Antonio Medina, que mejoró de su fatiga muscular. Aunque el DT anoche dejó abierta la duda en ofensiva.
Trote liviano al caer la noche
Sin inconvenientes. Así arribó ayer el plantel canalla a las 15.05 al coqueto hotel Casa Real, que utiliza como búnker en Salta durante la disputa de los 16 avos de final de la Copa Argentina. Rápidamente los jugadores fueron a las habitaciones para dormir una larga siesta para reponer energías luego del extenso viaje, que incluyó un traslado en micro de Rosario a Buenos Aires y un vuelo de LAN de aeroparque a Salta. Sólo los incansables utileros cruzaban una y otra vez el lobby armando la logística de funcionamiento en esta ciudad mientras el resto descansaba.
Tras una tarde nublada, que rondó los 23 grados de temperatura, la delegación trabajó desde las 20 en la plaza Güemes, a media cuadra del hotel. El profesor Fleitas ordenó tareas livianas de elongación y luego hubo trote alrededor del Palacio Legislativo salteño. En tanto, Juan Antonio Pizzi y su ayudante, el chileno Manuel Suárez, corrieron por la plaza, ya con luz artificial en la zona. Por su parte, el presidente Norberto Speciale, quien lideró la delegación, observó todo de cerca junto a algunos colaboradores.
El buen humor predominó en la sesión y los jugadores se mostraron dispuestos a cada requerimiento. Hay un gran compromiso colectivo y la delegación toma este desafío por la Copa Argentina como un auténtico test de calidad.
Después de una hora de movimientos, el plantel regresó al hotel para cumplir otras consignas en el gimnasio. Luego cenaron cerca de las 22 para cerrar una jornada que sirvió como previa de un encuentro exigente. l
Cañones al ascenso
Norberto Speciale fue uno de los pocos integrantes de la delegación canalla que se asomó ayer en el lobby del hotel tras el arribo del equipo a Salta. El presidente se mostró optimista, recalcó que Central toma con seriedad la Copa Argentina, aunque reconoció que la prioridad es el ascenso. “Nosotros vinimos con un equipo muy competitivo, con muchos titulares, para darle pelea a Vélez, que es un rival muy difícil. Queda claro que tomamos esta Copa con mucha seriedad, de la misma manera que tomamos el ascenso”, le dijo Speciale a Ovación, en la puerta del Casa Real.
—¿Sabía que Pizzi manejaba la idea de usar titulares?
—Ya me lo había manifestado. Sabíamos que quería tener una buena participación en la Copa. Al menos intentarlo.
—¿Es una manera de darle valor a esta Copa?
—Creo que se merece darle mucho valor y tratarla con respeto. Porque esencialmente es una forma de integrar el fútbol de todo el país. Es un torneo federal, en el que juegan todos contra todos.
—¿Le representa mucho en el aspecto económico?
—Es más un envión anímico en el intento nuestro de ganar todos los partidos que afrontamos.
—¿Es una gran exigencia?
—Para nada. El mismo Lequi dijo que prefiere jugar un partido y no entrenar fuerte ese día.
—Como dirigente y como hincha sabe que es una apuesta arriesgada a 4 días de un partido del torneo.
—Sabemos todo. Nosotros tenemos todas las fichas puestas en lograr el objetivo que es el ascenso al final del torneo. Por más que le demos importancia a esta Copa, nuestra verdadera prioridad es el ascenso.
—¿Cómo ve al equipo en esta parte de la temporada?
—Lo veo bien. Más no le podemos pedir a los jugadores porque vemos el esfuerzo que están haciendo todos. l
El foco en otro lado
En Salta ayer no se podían percibir demasiados rastros que indiquen interés por el choque que sostendrán Central y Vélez por la Copa Argentina. Es que esta ciudad, como cualquier otra, está más atenta a sus intereses, a sus propios protagonistas, a colores más cercanos, que a las propuestas que vienen de afuera. Esto quedó crudamente evidenciado ayer con la especial palpitación que mostró el pueblo norteño por el clásico que sostuvieron anoche Juventud Antoniana y Central Norte, por el Argentino A, en el Padre Martearena, el mismo estadio que utilizarán esta noche los canallas.
Ese encuentro eclipsó totalmente el foco de atención de todos los medios regionales, que le dispensaron un lugar muy apartado a la visita de canallas y fortineros, pero haciendo básicamente hincapié en que los de Liniers no pondrán a sus principales figuras para este cotejo.
En las peatonales Alberdi y Florida, en la mayoría de los bares que rodean la Plaza 9 de Julio entre recovas, no se hablaba de otro tema que de este clásico salteño y sus implicancias para conseguir la posibilidad de un ascenso de categoría.
La creación de la Copa Argentina y la utilización de Salta como una de sus sedes (Central ya jugó aquí con Guillermo Brown en la fase anterior) no cayó del todo bien en los habitantes del lugar. “Es que la mayoría de los equipos vienen con suplentes y eso no nos gusta. Nosotros también sabemos de fútbol y queremos ver lo mejor de cada uno”, le dijo a este diario Rubén, un empresario salteño que estaba compartiendo un café con un amigo en un bar céntrico. “La otra vez vino Racing, y el Coco Basile ni siquiera viajó porque dijo que no hacía falta para jugar esta Copa acá. Imaginate cómo nos sentimos nosotros”, recalcó José, su compañero de mesa, en una interesante charla futbolera.
En las callecitas salteñas parece que sólo River y Boca pueden sacudir la estantería de los hábitos locales. Y eso se comprueba con los partidos de verano. Lo demás, pasa por la novedad que implica la Copa Argentina y lo que le está costando entrar en el hombre del interior. Por ahora, por lo menos en el corazón del noroeste del país, parece que ganó poco prestigio y menos respeto, aunque los gobiernos provinciales aporten dinero para usarlo como propaganda política.
Más allá del fútbol, Salta sigue ofreciendo su impactante peso histórico, un atractivo espíritu colonial y un relieve con energía radiante que sabe atraer los ojos del turismo durante todo el año. l