Las estadísticas no le dan la derecha a Central. Los flacos números dinamitan cada vez más los sueños en Arroyito. Es que en los 630 minutos que lleva jugado el equipo canalla durante este año, producto de siete presentaciones, apenas pudo convertir cuatro goles. Por eso quedó relegado de los puestos de privilegio pese a haber cumplido buenas actuaciones. Pero hay otro dato que también tiene exclusiva incidencia directa en este irregular andar auriazul en el torneo de la B Nacional. Y es que de los 13 partidos que arrancó perdiendo, apenas ganó uno. Fue contra Deportivo Merlo en el Gigante, que lo remontó con dos conquistas de Javier Toledo. En definitiva, este conjunto tiene poca puntería y escaso poder de reacción ante situaciones de adversidad.
La campaña canalla no es la deseada. Muchos imaginaban otro presente a esta altura del campeonato. Pero hasta el momento Central disputó siete encuentros. Y ganó sólo dos (Belgrano y Patronato). Luego empató ante Defensa y Justicia, mientras que perdió ante Almirante Brown, San Martín de San Juan, San Martín de Tucumán y Atlético de Rafaela.
Para un equipo que tiene como objetivo el ascenso directo, haber sacado hasta el momento siete puntos sobre 21 es una cosecha muy escasa y condiciona el futuro de manera considerada. Más si se tiene en cuenta que cinco de esos siete desafíos lo jugó en el Gigante. Si bien es cierto que San Martín de San Juan fue el único que lo dejó de rodillas en buena ley, también es real que con dominar al rival sin noquearlo lo está condenando y relegando en las posiciones.
Volviendo a la anemia de goles, hay que remarcar que las cuatro conquistas hasta el momento llegaron vía Martín Rivero (en dos ocasiones ante Belgrano), Antonio Medina (transitorio empate con San Martín de Tucumán) y Luciano Figueroa (con Patronato).
Los números marcan con furia además que de las 25 fechas que se llevan disputadas (12 con Mostaza Merlo y 13 con el Chulo Rivoira), Central solamente pudo mantener la valla invicta durante dos partidos consecutivos: Aldosivi y Defensa y Justicia.
Los merecimientos en el fútbol no cuentan. Se gana, empata o se pierde en la cancha. Es por eso que revertir un solo encuentro tras ir en desventaja es otro conflicto interno a resolver a la brevedad. Solamente lo logró ante Deportivo Merlo, en la ya lejana 9ª fecha. Luego, terminó besando la lona porque no pudo reaccionar.
Es por eso que lamentarse por los penales errados (con Almirante Brown y Atlético de Rafaela) o no haber acertado en las innumerables chances que dilapidó en lo que va del reinicio del torneo, no le devolverán los puntos ni lo reposicionará en la tabla. Es tiempo de enderezar el rumbo para no bajarse del tren de la ilusión. Pero está claro que fallando así será imposible alcanzar el objetivo de retornar a la máxima competencia.
Afuera le cuesta
La última vez que Central ganó afuera del Gigante fue cuando visitó a Aldosivi, el pasado 11 de diciembre por la 18ª fecha. Y lo hizo por goleada (5 a 0). Luego claudicó de manera seguida: en San Juan frente a San Martín por 3 a 0 y después en Tucumán ante San Martín por 2 a 1. Otro dato es que los auriazules sólo cuentan con dos triunfos más jugando de visitante desde que comenzó la temporada de la B Nacional. El primero fue por la 6ª fecha ante Atlético de Rafaela (1 a 0) y el restante contra Chacarita, en la 10ª jornada por 2 a 0. Está claro que volver a triunfar fuera de Arroyito es otra de las asignaturas pendientes que tiene este conjunto que hoy comanda Héctor Rivoira.