Hablar de los diez puntos sobre doce posibles que tiene Rosario Central hoy en el torneo (comparte la punta junto a River y Gimnasia y Esgrima de Jujuy) es un ejercicio que debe encerrar en el análisis un número importante de argumentos. Pero más allá de la solidez defensiva, el orden táctico, el oportunismo en las situaciones que se le presentan y demás, está la cuestión física. Un elemento no menos importante que el resto y un aspecto que el equipo canalla ha sabido usufructuar de la mejor manera y que aflora como un complemento insoslayable. Un punto a favor para el cuerpo de preparadores físicos que comanda el profe Jorge Fleitas.
Para que un equipo se caracterice por la presión constante, sea el primer minuto o el último, es necesario contar con una base física acorde a las circunstancias. Y este Central lo tiene.
La prueba más acabada en este sentido fue lo que aconteció en el último partido, ante Instituto, donde, más allá de las circunstancias del partido (el conjunto cordobés estaba arriba en el marcador y con un hombre menos), Central mostró una clara supremacía a la hora de correr. Es inobjetable la superioridad que exhibió también desde el juego, pero para que esa faceta tuviera sustento fue necesario también exponer un mayor resto físico.
Pero lo ocurrido contra Instituto no se trató de un hecho aislado. Las tres presentaciones anteriores estuvieron en la misma sintonía. Vale el dato de que en dos de los cuatro partidos disputados hasta aquí, el canalla estuvo abajo en el marcador en dos de ellos (Defensa y Justicia e Instituto) y en ambos casos logró dar vuelta el resultado.
Pero, se insiste, el cuadro de situación que impuso el score en cada encuentro no es excluyente. Es que en esos cuatro encuentros se vio un Central mucho más entero que el rival. Contra Gimnasia hubo tres situaciones claras en el complemento y todas fueron a favor del canalla. Lo de Atlanta fue más parejo (una por bando), pero la imagen del final fue la de un Central más entero físicamente, que no pudo hacer la diferencia desde el resultado porque su juego estuvo algunos escalones por debajo de lo esperado en el plano futbolístico.
“Sinceramente estoy muy contento con lo que hicimos en la costa. Los muchachos cumplieron todos los objetivos que nos trazamos junto al cuerpo técnico. La verdad que es para destacar las ganas y la predisposición que brindaron los jugadores en todos los entrenamientos. Siento que hice una de mis mejores pretemporadas. Y estoy seguro de que esto tendrá sus frutos a la hora del juego”, fueron las palabras de Fleitas en el mano a mano que tuvo con Ovación cuando la etapa más dura de la preparación, en Necochea, había llegado a su fin.
Algunos meses después Juan Antonio Pizzi sustentó aquella premonición. “Somos un equipo que está muy bien trabajado en el aspecto físico. El biotipo de nuestros jugadores es de una fortaleza física muy grande. Por la forma de jugar que tenemos y el ritmo que le imponemos se les hace muy difícil a los rivales poder soportarlo”, apuntó el DT.
Lo cierto es que aquella declaración le da hoy la derecha al profe. Y por estos días es importante que el trabajo realizado forme parte de los pilares de este buen presente. l
"Estoy conforme pero siempre quiero más"
“En la cuarta fecha el equipo ya está en un ritmo importante, no sé si en diez puntos pero sí en siete u ocho. Por suerte la estadística está acompañando a lo que marca mi estadística como profe”, destacó Jorge Fleitas. Al PF le costó hacer una evaluación sobre su trabajo. “De mí mismo nunca hablo”, dijo. De todas formas argumentó que “puedo hacerlo desde mi experiencia y desde mis evaluaciones, aunque me las guardo, pero estoy muy conforme, pese a que siempre quiero un poco más. Los preparadores físicos siempre perseguimos cosas que son inalcanzables, como lo es el máximo rendimiento”. Y agregó: “Como profe quisiera que un equipo rinda en el segundo tiempo como lo hizo Central contra Instituto, presionando todo el tiempo, quebrando al rival y llegando al gol por decantación”. Tanto Pizzi como los jugadores hoy destacan la buena preparación y eso es motivo de orgullo para Fleitas. “Me pone contento que tanto el técnico como los jugadores hablen bien de mi trabajo, porque no todos tienen la grandeza de elogiar la labor de un profe”, advirtió. Y remató: “En mi pieza tengo guardada una foto de un preparador físico llevando en andas a un técnico (Carlos Bianchi). Para mí eso es maravilloso”.
"No somos más ni menos que nadie"
Matías Lequi es de esos jugadores que no sólo marcan presencia dentro de la cancha. Afuera también lo hace cuando enfrenta los micrófonos. Claro que lo más importante es lo que aporta en el rectángulo de juego, precisamente por ser uno de los jugadores de mayor ascendencia dentro del plantel. No obstante camina aferrado al bajo perfil. “No somos ni más ni menos que nadie”, tiró el defensor, quien ve en Gimnasia y Esgrima de Jujuy “un rival complicado, sobre todo porque todavía no le marcaron goles”, aunque asegura que “iremos a plantear nuestro partido y a buscar un buen resultado”.
“Imagino que por ser locales van a salir a apretarnos de entrada. Por ahí nos viene bien, pero todo va a depender de cómo se dé el partido porque en el fútbol no hay lógica. Esperemos estar a la altura de lo que nos plantee Gimnasia”, resaltó Lequi, quien a la hora de hablar de los avances que notó en el equipo con el correr de las fechas dijo: “El otro día contra Instituto tuvimos un poquito más de juego, algo de lo que tanto veníamos hablando. Pero no tenemos que perder el sacrificio y la humildad que tuvimos hasta aquí, porque creo que eso es fundamental”.
Después del empate contra Atlanta, Lequi fue uno de los que dijo que el punto iba a “servir” si después se le ganaba a Instituto. “Nosotros queremos ganar en todos lados, después, de acuerdo a cómo se dé el partido, te puedo decir si el punto es bueno o es malo”.
Y su experiencia la dejó en claro cuando se le preguntó sobre las declaraciones que realizó Maximiliano Lombardi, quien mostró cierto malestar por las críticas de los hinchas, pero sobre todo de la prensa. “Vivimos en libertad, cómo no voy a permitir que alguien se exprese. Cuando llegué y dije que conociendo el mundo Central ganaba cierto tiempo hablaba también de todas estas cosas. Sabemos que hay jugadores más resistidos y otros que a la gente o a la prensa les gustan más. Lo que yo intento transmitir es que estas cosas son normales, que Central está con la prensa pendiente todo el tiempo y que el mínimo detalle genera mucha información porque es un club demasiado grande. Por ahí hay que explicarle que en Rosario, como en tantos otros lugares, ese tipo de cosas son normales”. l
El equipo sólo se presume
La práctica de ayer no ayudó para abonar la teoría acerca del equipo que paró Juan Antonio Pizzi en el ensayo futbolístico del miércoles y que sería el que jugaría en Jujuy, pero difícilmente el técnico cambie con lo que probó. Es que sí hubo un detalle importante, que tiene que ver con la lista de concentrados (ver Aposticanallas), en la que no figura Rafael Delgado.
Esta especulación tiene que ver con que el juvenil era una de las opciones para suplir la ausencia del lesionado Germán Rivarola. De hecho había actuado en el táctico del martes por la tarde, pero ya en la práctica formal de fútbol fue Ricky Gómez quien jugó como marcador de punta por izquierda, ingresando Maximiliano Lombardi al mediocampo.
Con esto queda prácticamente confirmado que los once serán los que jugaron el miércoles, más allá de que Pizzi, hasta aquí, siempre puso en cancha el mismo equipo que jugó en el ensayo futbolístico.
Así, habrá una sola variante respecto a los once que vienen de vencer a Instituto. El ingreso de Lombardi por Rivarola, con los movimientos posicionales ya conocidos. Y con la particularidad de que tanto el uruguayo como Federico Carrizo tendrán la libertad de moverse por ambos carriles.
La confirmación de este equipo, que será (como siempre) minutos antes del partido, servirá para ratificar además la confianza que el técnico le dio a Salinas, quien volverá a conformar la dupla de ataque junto a Castillejos. l
