Desde afuera de la línea de cal dejó la enorme sensación de que salió con la guardia baja de entrada ante un Gallito que ya no cacarea como en los viejos tiempos. Al charrúa se le hizo cuesta arriba desde que las pulsasiones dentro del escenario comenzaron a subir. Fue así que Morón no sólo lo venció 2 a 1 sino además lo empujó a la zona del descenso.
Pensar que el dueño de casa ofreció un repertorio basado en la urgencia por abrochar como sea un triunfo ante su gente porque venía de capa caída.
No obstante, el Matador padeció sofocones porque atrás se empantanó solo. Y una clara muestra de su imprecisión fue cuando Blanc casi vence a su propio arco antes del primer cuarto.
A los 19', exhibía sensibles fallas. Se veía venir el cachetazo. Y se lo dio justo un viejo conocido: el ex Argentino Akerman, quien además ya tiene el hábito de mojar ante los de Tablada.
Parecía que la noche se desplomaría sin piedad sobre el charrúa. Pero en un flash de lucidez de De Bruno y Fabello llegó el milagro: un cabezazo letal de puro guapo que metió Alvarez pasada la media hora. Tan sorpresivo como real.
Pese a todo, Córdoba seguía mostrando carencias a la hora de generar y no podía marcar la diferencia en un reducto que le viene siendo muy esquivo desde hace dos décadas.
Y así se fue al descanso. Nada por aquí, nada por allá, pese a que desde lo numérico el empate le sentaba de maravillas. Sobre todo porque había pasado un primer acto complicado.
Claro que en la faz final los de Tablada no salieron de su propio laberinto de imprecisiones. Porque volvieron a mostrar grietas en el medio y en el fondo. Y Morón, sólo impulsado por la fuerza del corazón, tomó el protagonismo.
Estaba claro que si no aparecía De Bruno, las chances de dar el batacazo serían efímeras. Más allá de las falencias exhibidas, Alvarez tuvo en su cabeza la oportunidad de hacer saltar la banca. Pero no lo hizo.
Los locales tuvieron varias, pero no podían capitalizar sus acciones.
Aunque cuando la resignación local y la esperanza visitantes cobraba más vida llegó el arte de lo impensado. Gol de Akerman para sellar el 2 a 1 cuando el final tocaba las puertas de ambos y todo terminó siendo un carnaval en este colorido y pasional estadio.
Demás está remarcar que Córdoba tuvo poco de Matador, pese a que la historia tiene catalogado al Gallito como a un peso pesado de la divisional. De yapa, cerró la 15 fecha en zona de descenso directo.