Cayó por un ritual y le achacan un homicidio
Maximiliano Diego A., uno de los cinco muchachos detenidos en barrio Tablada el domingo pasado tras el sepelio de Nicolás Abel Luna, fue indagado ayer por la jueza de Instrucción Roxana Bernardelli por un homicidio...
25 de agosto 2011 · 01:00hs
Maximiliano Diego A., uno de los cinco muchachos detenidos en barrio Tablada el domingo pasado tras el sepelio de Nicolás Abel Luna, fue indagado ayer por la jueza de Instrucción Roxana Bernardelli por un homicidio ocurrido hace tres años en Colón y Ameghino. A pesar de que detenido, de 22 años y sin antecedentes penales, negó haber asesinado a Jonathan Emanuel Romero, de 18 años, el 29 de julio de 2008, la magistrada ordenó que continué detenido y acusado de ese crimen. Tal situación motivará que las actuaciones contra los cinco muchachos detenidos el domingo -quienes según la versión oficial fueron apresados con tres armas de fuego y un chaleco antibalas- se acumulen en manos de la jueza Bernardelli.
Con respecto a este último caso, Milton Ramón C., de 20 años; Lucas Manuel C., de 19; y Maximiliano Diego A., de 22; negaron la acusación realizada por el juez Beltramone respecto al secuestro de las armas que motivaron que fueran detenidos el domingo pasado luego de que sepultaran a Nicolás Abel Luna, asesinado a balazos el sábado a la mañana.
La información oficial sostuvo que el domingo a la mañana un llamado al 911 denunció detonaciones de arma de fuego en Esmeralda y Presidente Quintana. Por eso agentes del Comando Radioeléctrico fueron al lugar y apresaron a los tres jóvenes mencionados junto a dos menores. De acuerdo a ese relato, les incautaron un revólver calibre 38, dos pistolas 9 milímetros, un chaleco antibalas y una bolsa con vainas servidas, por lo que fueron acusados de portación ilegal y abuso de armas.
Ritual. Las detenciones fueron enmarcadas por los pesquisas en un ritual de despedida de los restos de Nicolás Luna por sus compañeros de andanzas. "Así como a un actor que fallece se lo despide con aplausos, ellos lo hacen con tiros", explicó el domingo a La Capital un conocedor de las conductas del mundo del hampa. "Mis defendidos (los tres mayores) negaron la acusación. Hay que tener presente que los cinco muchachos fueron coincidentes en el relato. Contaron que no portaban armas, que después de detenidos un oficial bajó un bolso con las armas y las asentaron en el acta. Como no hubo testigos neutrales de ese secuestro vamos a pedir la nulidad de la medida", indicó ayer Marcos Cella, abogado de los tres mayores detenidos. El juzgado de Menores Nº 4, en tanto, ordenó el arresto domiciliario de los dos adolescentes.
El crimen de Romero. La medianoche del lunes 29 de julio de 2008 la esquina de Colón y Ameghino se impregnó de de olor a pólvora y estampido de balazos. Jonathan Emanuel Romero, de 18 años, cayó fulminado por dos disparos en el tórax. La hipótesis inicial de los pesquisas fue que la víctima, quien tenía dos antecedentes en su prontuario, se topó con cuatro vecinos del barrio con quienes tuvo una discusión "por unas prendas de vestir", según refirió un testigo. En medio del entredicho, uno de los agresores mató de dos disparos a Jonathan. Uno de los proyectiles le ingresó por la axila izquierda y el otro en el hombro derecho.
Los agresores se marcharon sin robar nada y Jonathan quedó tendido en el lugar. Un vecino del barrio le avisó a su madre, quien junto a una tía lo trasladó al Heca en un taxi. Uno de los mencionados en la investigación es Maximiliano Diego A., de 22 años, quien tras ser detenido el domingo ayer declaró ante la jueza Bernardelli, quien lo acusó por el homicidio. "Mi cliente negó terminantemente la acusación", indicó Cella. Igualmente la magistrada ordenó continúe detenido.
Las armas secuestradas por la policía el domingo pasado.