Sergio Gustavo El quemado Rodríguez, principal imputado del triple homicidio ocurrido el 1 de enero en la villa Moreno, fue apresado anoche en la ciudad entrerriana de Santa Elena, 150 kilómetros al norte de Paraná, donde se escondía de la persecución policial iniciada el mismo día del atroz hecho que se le imputa. Según los máximos responsables de la policía santafesina, el acusado será trasladado esta mañana a Rosario y, a pedido de su defensa, sería indagado hoy mismo por el juez de Instrucción Juan José Pazos.
Rodríguez, de 41 años, había sido sindicado por testigos como la persona que accionó una pistola ametralladora FMK 3 la madrugada del 1 de enero en la canchita de fútbol de la Agrupación Infantil Oroño, en Moreno y Presidente Quintana, causando la muerte de Jeremías Trasante, de 17 años; Claudio Mono Suárez, de 19; y Adrián Patón Rodríguez, de 21, militantes barriales del Movimiento 26 de Junio en el Frente Darío Santillán que estaban allí esperando a unas amigas con las que irían a festejar la llegada del año nuevo y que nada tenían que ver con la sed de venganza que llevó a El quemado hasta ese lugar.
Balearon al hijo. Es que un rato antes de esa masacre, Maximiliano Rodríguez, conocido como El hijo del quemado, había sido baleado cuando estaba en un BMW junto a su novia y una amiga en la esquina de Garay y Vera Mujica. El muchacho, malherido, fue trasladado al Hospital de Emergencias donde el policía que estaba de guardia en el destacamento obvio maliciosamente registrar su ingreso como herido de arma de fuego. A pesar de los tiros en su cuerpo, Maximiliano pudo decir quién le había disparado. Acusó a Ezequiel El negro Villalba, y ese nombre llegó rápidamente a los oídos de su padre.
Así las cosas, El quemado salió enloquecido de su casa junto a dos soldaditos en busca de Villalba. Pasó por el Heca a ver a su hijo y las cámaras de seguridad del hospital lo registraron en la sala de espera. Desde allí fue a buscar a El negro, quien vive enfrente de la canchita de Presidente Quintana y Moreno. Enceguecido por el ataque a su hijo, Rodríguez no midió consecuencias y disparó a mansalva contra los tres jóvenes que estaban en el peor de los lugares y en el momento menos indicado.
No contento con ello, El quemado disparó una ráfaga con su metralla contra la casa de Villalba e hirió a tres vecinas. Y El negro, parapetado en el lugar, le respondió con una 9 milímetros. Después los dos desaparecieron y estuvieron prófugos hasta ayer, cuando Rodríguez cayó en la localidad de Santa Elena.
En la calle. El jefe de la policía santafesina, comisario general Hugo Tognoli, confirmó a La Capital la información poco después de las 21.45. “Agentes de la Unidad Regional II de policía que buscaban a Rodríguez llegaron con un oficio del juez de Instrucción Juan José Pazos hasta la localidad de Santa Elena, ubicada en el departamento La Paz, en el norte de la provincia de Entre Ríos, y allí detectaron que el prófugo se estaba escondiendo. Ante eso se pidió colaboración a la comisaría 15ª de la policía enterriana para que lo detengan y Rodríguez fue apresado en la vía pública, en avenida San Martín al 800”, dijo el jefe policial. No trascendió anoche si El quemado estaba armado, aunque sí se supo que se movilizaba en un Ford Focus gris oscuro y que se aguantaba en una casa que iba a ser allanada al cierre de esta edición.
Rodríguez será trasladado esta mañana a Rosario y su abogado, Carlos Varela, pidió al juez Pazos que lo indague hoy mismo. “Queremos que se aclare rápidamente su situación procesal, se lo proteja físicamente y se le garanticen todos los derechos individuales”, sostuvo el letrado al conocer la detención.
Mientras tanto, cuando este diario ganaba las calles de la ciudad, la policía realizaba allanamientos en busca no sólo de Ezequiel El negro Villalba, sino también de los dos cómplices de Rodríguez: El tele Delgado y Damiancito Martínez.