Cayó por un robo, le dieron preventiva y denunció apremios

Un muchacho de 23 años detenido por asaltar a una mujer en compañía de un adolescente de 14 años en el barrio Las Delicias, proclamó su inocencia en una audiencia imputativa en la que denunció que fue golpeado con brutalidad por los agentes del Comando Radioeléctrico que lo apresaron.

En la audiencia el fiscal Alvaro Campos señaló que Juan Manuel R. fue apresado cerca de las 19.30 del primer miércoles del mes en Flammarión al 5500 por el Comando Radioeléctrico. El responsable de la acusación achacó al joven un atraco ocurrido en perjuicio de C.B., una mujer que caminaba por bulevar Oroño y Ombú cuando fue emboscada por dos muchachos. Según el fiscal, Juan R. conducía una moto y el adolescente que lo acompañaba, Ulises V., perpetró el robo. "El menor se bajó de la moto y con un cuchillo le robó a la víctima una carpeta, una bolsa con juegos de play station, una cartera y un celular", señaló.

Tras el atraco los ladrones se esfumaron y poco después alguien contactó al padre de la mujer asaltada y le pidió mil pesos para devolverle el teléfono. El hombre fingió aceptar la propuesta y pactó un encuentro con su interlocutor en Sánchez de Bustamante y Presidente Roca. Sin embargo, denunció el caso en la comisaría 21ª y el subcomisario Carlos Márquez, jefe de esa seccional, acudió a la cita pero no se encontró con los maleantes. Finalmente, Juan R. y el menor fueron detenidos en Flammarión al 5500.

A su turno, Juan R. negó que haya cometido el atraco y aceptó que tenía antecedentes penales, pero que "ya había pagado por lo que hizo. Soy un laburante. Me gano la vida cortando pasto y limpiando talleres", afirmó. Luego reconstruyó lo ocurrido: "Salí de trabajar y fui a la casa de mi mujer para ver a mis hijos, en Marquis y Sánchez de Bustamante. En ese momento vi a un Gol rojo con dos tipos con pistolas 9 milímetros. Me crucé enfrente, les golpée la ventanilla y les dije que los chicos se iban a asustar si veían las armas. Los tipos me dijeron «que no pasaba nada». Después, llegó una Kangoo roja y el tipo que manejaba se bajó y dijo «ese fue el que le robó a mi hija». También quiso pegarme".

Poco después, un patrullero del Comando arribó a la escena y detuvo al muchacho. "Uno de los policías me dijo «ahora no salís más caco de mierda». Después me metieron un cañazo en la cabeza y me dieron puntazos en los brazos y las piernas. Me llevaron a la comisaría 21ª y ahí me quisieron pegar los familiares de la chica a la que le robaron", explicó.

En su relato, Juan R. afirmó que al ser detenido no fue atrapado el adolescente acusado del atraco. Y que no fue en Flammarión al 5500 sino frente a la casa de su mujer.

El fiscal imputó a Juan R. de robo calificado por uso de arma de fuego agravado por la intervención de un menor y requirió prisión preventiva sin plazo. Fundamentó su pedido en el secuestro de un cuchillo y en la declaración de la mujer asaltada. "Reconoció a uno de los sujetos porque vive cerca de la casa de la hermana", aseguró Campos.

El fiscal sumó los antecedentes penales de Juan R. para acusarlo. "Tiene una condena de dos años de ejecución condicional del juzgado de Sentencia Nº6", indicó.

La defensora oficial Marisel Palais, en tanto, se opuso al planteo de Campos y pidió la libertad de su defendido. Como alternativa, planteó que el joven se presente en forma semanal en una comisaría.

Finalmente, el juez Gustavo Pérez de Urrechu le dictó prisión preventiva de 60 días a partir del secuestro de lo utilizado para robar, el tenor de la pena que pudiera corresponderle, la declaración de la víctima y el reconocimiento de ésta del autor del ilícito.