La decisión de trasladar hacia otras localidades al grupo de ancianos que convive en la Residencia Avelino Lottici de Casilda generó preocupación en la comunidad ante la sospecha de que ello derivaría en su cierre definitivo.
La decisión de trasladar hacia otras localidades al grupo de ancianos que convive en la Residencia Avelino Lottici de Casilda generó preocupación en la comunidad ante la sospecha de que ello derivaría en su cierre definitivo.
Aunque desde Pami —institución de la que depende— aseguran que la medida fue dispuesta para posibilitar tareas de remodelación y ampliación para mejorar las condiciones del lugar, suena "poco creíble" para muchos, al punto que ayer se desarrolló un abrazo simbólico en defensa del emblemático hogar de ancianos que funciona desde hace décadas a la vera de la ruta provincial 92 a kilómetros del radio urbano.
Sin cartel ni papel."Es llamativo que no se haya colocado ningún cartel que haga referencia a esta supuesta obra de la que tampoco nos mostraron ningún papel, lo que indica que las intenciones que se persiguen no son claras", dijo a LaCapital el titular del Centro de Jubilados y Pensionados de Casilda, Reinaldo Corvaro, para manifestar su desconfianza. Y en esa misma línea opinó que "si la idea es reformar, los trabajos podrían hacerlo sin la necesidad de mover a los abuelos porque ello implicará perjuicios para su salud".
Aún más lejos fue una jubilada que trabajó más de 24 años en la Residencia Lottici, Gladys Marchisio, al sostener que "es mentira que van agrandar el geriátrico; sabemos de buena fuente que lo quieren cerrar y a los familiares de los (internos) le vendieron un verso y lo engañaron con ese pretexto para que firmen (el consentimiento de traslados a otros lugares)".
Durante la manifestación también se leyó un extenso comunicado con una serie de planteos en torno al cuestionado desalojo y para "impedir" un posible cierre del hogar de ancianos, pese a la desmentida de Pami. "Trasladar a esos ancianos a otro lugar es, más o menos, llevarlos a que firmen su propia acta de defunción", resalta, entre otras consideraciones, la nota suscripta por familiares de residentes, representantes de instituciones, y vecinos que participaron de la movida, para ser elevada a las autoridades.
De la más de una veintena de ancianos que reside en el geriátrico ya fueron trasladados tres hacia otras localidades, aunque no se registraron más casos luego de la fuerte repercusión pública que tuvo el tema.
Explicación. El jefe de Pami Casilda, Daniel Zucker, aseguró a LaCapital que tanto el personal afectado al geriátrico como los residentes y sus familiares fueron informados sobre las planificadas tareas de reformas y ampliación, para lo cual es "necesario evacuar" a los ancianos.
El funcionario aseguró que la medida surgió a raíz de una auditoría interna ordenada por el Pami central, a través del Area Residencias Propias, por medio de la cual se detectaron " irregularidades que ponen en riesgo la seguridad de los ancianos".
"No hay ninguna intención de cerrar. Se trata de una remodelación y ampliación para mejorar las condiciones de habitabilidad y de vida de los abuelos", explicó Zucker, para luego resaltar que la polémica evacuación es por "una situación de emergencia".
La residencia donde funciona el hogar de ancianos fue donada hace décadas al Pami por el Club de Matrimonios de Casilda con la condición, como cargo, de ampliar las instalaciones, lo cual nunca se hizo. Sin embrago desde que el espacio paso en octubre de 2013 a depender directamente de la sede central de Pami se dispuso después de casi cuatro décadas realizar la ampliación en virtud de las falencias detectadas y por razones de seguridad. Y aunque dijo no tenerlo en su poder aclaró que el proyecto de obra es competencia de la sede central de Pami para luego aclarar que su función es proceder a la evacuación de los ancianos para evitar riesgos.
En ese sentido puntualizó, entre otras falencias advertidas en la auditoría, ausencia de gas natural, problemas en el sistema eléctrico, falta de adaptabilidad a las normas actuales sobre las habitaciones y baños. Y en ese marco recordó que "esta residencia fue creada para internos "autoválidos —que pueden manejarse por sus medios— pero en la actualidad muchos son semidependientes y algunos dependientes y las instalaciones no son apropiadas para tal población".
Al cierre de esta edición el intendente, Juan Carlos Bacalini, estaba reunido en Buenos Aires con autoridades del Pami a fin de ofrecerle la alternativa de construir un nuevo geriátrico en el radio urbano para 50 internos, lo que duplica la capacidad del actual, y vender, previo acuerdo entre las partes, el predio ubicado sobre la ruta 92 para hacer frente o recuperar lo invertido.
El mandatario casildense además pido que en lo inmediato se suspendan los traslados y retornen a Casilda los tres ancianos que ya fueron alojados en otros geriátricos de la zona. Consultado si el municipio se hará responsable ante un eventual accidente, Bacalini dijo se pueden tomar los recaudos para garantizar seguridad edilicia y habitacional sin necesidad de trasladar a los abuelos para evitar el trauma del desarraigo.