La Justicia investiga la dudosa muerte de una anciana de 90 años, hallada en su domicilio de Fray Luis Beltrán 2385, en la ciudad de Casilda. Si bien inicialmente se barajó la hipótesis de suicidio, los resultados de la autopsia hacen suponer que se estaría en presencia de un homicidio.
La víctima fue encontrada por su hija anteayer, a las 10, recostada sobre una cama y con un cable alrededor del cuello que al momento de llegar la policía ya le había sido extraído con la frustrada intención de reanimarla, según indicaron fuentes policiales.
Por el caso, que recaló en el Juzgado de Instrucción Nº 12 de Rosario a cargo de Alejandra Rodenas, fueron demorados ayer en la Unidad Regional IV de Policía del Departamento Caseros la hija y el yerno de la mujer, identificada como Magdalena Sagona. No obstante, ambos recuperaron su libertad la tarde de ayer.
El enfoque de la investigación cambió a partir de lo informado por el Instituto Médico Legal de Rosario sobre los resultados de la autopsia, al sostener que "habría indicios de que el fallecimiento de la mujer podría ser producto del accionar de un tercero y no de la propia víctima, como se creía en un principio", según consta en el parte policial. Además, se consigna que "la magistrada ordenó que se gire la investigación al hecho de homicidio, no descartándose la posibilidad del suicidio".
Una pesquisa indicó a La Capital que "estamos en presencia de un caso complejo que merece de una profunda investigación para ser esclarecido".
Si bien no surgieron mayores detalles trascendió que la casa de la víctima, la cual está ubicada al lado de la de su hija, no presentada signos de haber sido violentada ni tampoco se constató el faltante de ningún elemento al momento de ser requisada, lo que hace aún más enigmático el confuso episodio.
Cuando los uniformados llegaron a la vivienda, la anciana estaba en la cama sin vida y al lado suyo el cable que habría utilizado para ahorcase o con el que podría haber sido asesinada, un dilema que deberá develar la Justicia.
Cuando Susana B. llamó a la policía para dar aviso sobre el hallazgo de su madre muerta, comenzó una historia cuyo final se ignora. Es que al principio se creyó que se trataba de un suicidio, pero la necropsia del cuerpo alentó la posibilidad de un crimen, lo cual generó un fuerte impacto en Casilda al tratarse de una familia reconocida y de buena reputación social.
"La médica forense, al observar la escena del caso, sugirió la autopsia y la magistrada ordenó la medida que terminó dándole un giro a la investigación", puntualizó una alta fuente policial, que además reveló que la víctima presentaba hematomas superficiales en distintos lugares de su cabeza.
La misma fuente aseguró que antes del hecho, Susana B. había estado en la Jefatura de la Unidad Regional IV de policía tramitando un certificado de supervivencia para poder cobrar la pensión de su madre, lo cual no concretó al no tener la firma de la titular del beneficio. Por ese motivo fue hacia la casa de su madre donde estaba muerta.
La División Homicidios de la Unidad Regional II con asiento en Rosario colaboraron con la investigación del caso.