La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, criticó con al periodista estrella del grupo Clarín, Jorge Lanata, quien en su programa dominical había acusado al gobierno de intentar "intervenir" el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), poniendo en duda la transparencia del organismo. "No sé si está trastornado o le han pagado", dijo la dirigente humanitaria.
Lanata apuntó al gobierno por la decisión de trasladar el BNDG del Hospital Durand porteño al Ministerio de Ciencia y Tecnología. Esta cartera ratificó que el movimiento se hará con todas las garantías lo que "impide cualquier posibilidad de pérdida de muestras, adulteración o manipulación futura". No obstante, la acción fue suspendida por una medida cautelar de un juez porteño, actitud ya repudiada la semana pasada por Carlotto.
Desde su creación en 1987, el BNDG dependió del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), mientras que la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (en la órbita del PEN hasta 1994) proporcionaba el personal y el espacio físico en el Laboratorio de Inmunología del Hospital Durand, y el Ministerio de Salud de la Nación era responsable del equipamiento y los insumos. En una ley de 2009, se mantuvo la dependencia del BNDG del PEN, pero la transfirió al ámbito del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Ahora, se pretende cambiar la localización física a instalaciones de esa cartera, liberando el espacio del Durand.
El conductor de TV aseguró que el gobierno quería hacer un uso político del BNDG y puso en duda la transparencia del organismo en la búsqueda de familiares de desaparecidos durante la última dictadura.
"Lanata miente, desvirtúa y ensucia. Pone piedras en el camino de esta democracia que estamos construyendo", aseguró Carlotto.
"Lo que dice sobre el Banco es muy grave, porque nos costó años de lucha, desde el 84. Es único en el mundo y siempre fue nacional", explicó la titular de Abuelas. Aclaró que "el Banco es exclusivamente para determinar la identidad de los niños robados durante la dictadura y no para otro efecto", ya que "están solamente los familiares de esos bebés que nacieron en centros clandestinos o fueron robados". Y agregó: "Que no se preocupe nadie, no se va a hacer más que mejorar el sistema con gente experta que irá a concurso, como corresponde".
Para Carlotto, el informe de Lanata forma parte de "una campaña en contra de todo lo que hace el gobierno", y cuestionó al periodista porque "antes se mostraba de una manera y hoy es otra persona".
"Está desvirtuando desde ese lugar incidiosamente cosas que hay que contestar y perdemos tiempo en todo esto. Lanata fue parte de Página 12, tiene una historia. He estado con él en muchas oportunidades, nos ha tratado con respeto, ha llevado nietos a sus programas, pero últimamente se ve que algo ha pasado. No sé si le han pagado, si se ha convencido, o si está medio trastornado", cuestionó.
En ese sentido, criticó que Lanata sea funcional a grupos económicos que fueron cómplices de la desaparición de personas: "Las Abuelas somos las que estamos hace 36 años vigilando la historia, y ahora salen a hablar aquellos y distorsionan lo que nunca apoyaron", remarcó.
Carrió: "Es una infamia". La diputada Elisa Carrió manifestó ayer su deseo de que "la Justicia preserve la independencia del BNDG", y advirtió que "el gobierno parece preparar una nueva infamia y por eso la sociedad tiene que estar alerta".
"Estamos ante un nuevo intento de manipular datos genéticos al servicio de un gobierno que persigue fines inconfesables para incrementar el maltrato y la persecución de supuestas víctimas violando derechos humanos que tienen jerarquía constitucional", acusó Carrió.
Para la diputada "la sanción de la ley del BNDG, que comenzó con un escándalo en 2006, viola el derecho de personas que buscan su identidad y que no son hijos de desaparecidos y que de esta manera deberán recurrir a bancos privados convirtiendo esto en un enorme negociado, tal como quedó claro en el debate parlamentario de ese año".