Tras nueve años de reclamos, la empresa Celulosa de Capitán Bermúdez recibió una orden judicial para presentar en 30 días un certificado de aptitud ambiental como condición para poder seguir funcionando; caso contrario, tendría que cerrar su planta. La determinación fue adoptada por la jueza civil y comercial de San Lorenzo, Silvia López de Pereyra, a partir de una acción de amparo planteada ya hace 9 años, en 2006, por un grupo de vecinos por contaminación ambiental. Si bien la firma realizó inversiones para morigerar sus niveles de polución, estos no serían suficientes, o al menos así lo tendrá que determinar la Secretaría de Medio Ambiente.
La información fue suministrada por al abogado patrocinante de los vecinos, Alejandro Fabián Echevarne. “La causa la comenzaron los vecinos y la terminó impulsando Fiscalía de Estado provincial. En estos nueve años se colectó todo tipo de pruebas que dan la pauta de que emisión de partículas que son captadas en el aire y que son probadamente contaminantes que afectan la salud de la población de Capitán Bermúdez”, explicó el profesional.
Nueve años. La acción de amparo concluyó luego de nueve años y con 20 cuerpos de 200 fojas cada uno. “La jueza tomó una decisión definitiva y ordena a la empresa que no puede seguir funcionando si no es con un certificado de aptitud”, dijo Echevarne.
El fallo de la jueza López de Pereyra está fechado el jueves 22, y la firma fue notificada el lunes pasado. Según pudo saberse, Celulosa ya apeló la decisión judicial. Pero el abogado patrocinante de los vecinos aclaró que en este tipo de acción, la apelación no frena el curso de lo resuelto. “A no ser que la Cámara se expida antes de los 30 días, o que efectivamente la firma consiga el certificado, la orden de la jueza debe cumplirse”, advirtió.
Esto puso en alerta no solamente al gremio de los papeleros, sino a las 450 familias de los trabajadores de la planta. El sindicato se declaró en alerta por el tema y ya motoriza reuniones.
El certificado que necesita la empresa lo emite el Ministerio de Aguas y Servicios, a través de la secretaría de Medio Ambiente, dando cuenta de que no se contamina y esto Celulosa no lo ha logrado nunca. “La empresa ha hecho grandes inversiones en los últimos años, y mejoró mucho, pero no es suficiente”, sostuvo Echevarne. Y contó que se detectaron “un sinnúmero de irregularidades” a lo largo de estos años.
“Hay que analizar qué es más importante, si la vida o el trabajo. La familia y los trabajadores terminan siendo rehenes, pero después hay que ver quiénes son los responsables. Por supuesto que ahora los trabajadores y el gremio estarán exponiendo su preocupación, pero aquí hubo una empresa que tuvo nueve años para adecuar su producción y hacer lugar al pedido de no contaminar”, reflexionó.