Caova no se rinde. Anoche superó sin complicaciones a Echesortu por 91 a 72 y de esta manera igualó en dos la serie final del torneo rosarino, por lo que habrá que esperar hasta el martes, para saber quien es el nuevo campeón.
Otra vez con Gabriel Domínguez como el dueño de la pelota, Caova fue edificando el triunfo que necesitaba, para tener una chance más, en su primera final del torneo local. Sin bien el primer parcial fue parejo y con buenas actuaciones en ambos equipos, a partir del segundo el conjunto de la zona sur se adueñó definitivamente del juego y nunca llegó la reacción de los Rojos de calle San Nicolás.
Cuando Domínguez está inspirado juegan todos y por eso Germán Muñoz, Pablo Maggi y Gastón Rojas terminaron convirtiéndose en una pesadilla para la defensa de Echesortu, a lo que también hay que sumarle un par de apariciones decisivas de César Sardo para anotar de tres. Demasiado para un sólo partido.
En la vereda de enfrente, Eche apenas fue una sombra de lo que mostró a lo largo del torneo. Nunca puso jugar como le gusta y además algunos de sus jugadores tuvieron una noche para el olvido.
El buen aporte de Franco Sbarra, Martín Bísaro y Erick Topino terminó siendo insuficiente para los dirigidos por Claudio González, que a esta altura están jugando una serie demasiado larga y en la que tendrán que poner el máximo esfuerzo si pretenden quedarse con la gloria.
Sin dudas fue la noche de Caova porque le salió bien todo lo que intentó y dio un paso más en la búsqueda de su primera conquista, pero a esta historia le falta el capítulo definitivo.