Cambió y no cambió

Hay que ir por partes. El Newell’s de las últimas dos fechas, ante Huracán e Independiente, caía en picada, al punto que ni siquiera tuvo momentos de dominio sobre su rival como en los partidos anteriores. Desde ese punto de vista, mejoró anoche porque volvió a tener segmentos favorables para definirlo y el cambio táctico sorpresa que dio Sensini en la última práctica, con la inclusión de Damián Steinert, parecía encaminado a darle resultado. Pero al final sólo le sirvió para emular a aquel equipo que pudo ganarle a Gimnasia de Jujuy y Colón, y tal vez arrimar algo más frente a Lanús. O sea, no le alcanzó para llegar al verdadero objetivo de ser ganador como en las primeras dos fechas y se quedó en el pudo.

Durante el receso, Sensini parecía encaminado a ajustar el modelo viejo antes que intentar algo nuevo. Pero entre jueves y viernes cambió todo. Puso a un jugador con sólo 25 minutos en casi un año como Steinert, sacó al volante derecho sin que Bernardi cumpliera totalmente esa función, y retrasó a Formica. Y Newell’s volvió a dominar y a ponerse en ventaja. Pero ahí se quedó.

Steinert no dio soluciones pero tampoco fue un fiasco. Sin embargo, Sensini no le dio otra chance en el complemento, aunque mantuvo el 4-3-1-2 con Salcedo, que falló en dos de las tres situaciones propicias que tuvo Newell’s de jugada, contando el cabezazo de Insaurralde a los 89’.

Y cuando el DT iba a intentar corregir la merma evidente con la vuelta al 4-4-2 con Sperduti por Formica (cambio demorado), llegó el 1-1 y no hubo tiempo de saber si funcionaría en ventaja. Con el empate, ese dibujo fue tan vulnerable en el final del partido como en los 6 últimos y quedó la sensación de que Sensini cambió para no cambiar nada. l