El presidente de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno se quejó porque en la reciente ley de presupuesto nacional 2014 se liberó del 41% de impuestos a la importación de combustibles hasta 8,4 millones de metros cúbicos de gasoil.
El presidente de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno se quejó porque en la reciente ley de presupuesto nacional 2014 se liberó del 41% de impuestos a la importación de combustibles hasta 8,4 millones de metros cúbicos de gasoil.
“En el caso de la nafta, lo novedoso es que se extendió la liberación de impuestos de 240 mil metros cúbicos hasta un millón de metros cúbicos, poniendo en riesgo toda la producción de biodiesel o biocombustibles”, dijo.
Y señaló que “a los petroleros les conviene más incoporar combustible importado que nacional”. Con esa exención, un combustible como el biodiesel, que es más barato que el gasoil importado, “resulta más caro porque se le aplica el 41%”.
“El biodiesel nacional y popular paga el 41% de impuestos y el gasoil importado no”, dijo y consideró que “la pregunta es por qué un programa que funcionaba tan bien hasta julio del año pasado, se destruye”.
—¿Cómo se refleja esto en los números?
—En 2013 en exportaciones vamos a tener un 40% menos, como mínimo. El mercado local va a estar un poquito por arriba, pero llegaremos a 1,8 millón de toneladas de producción contra 2,4 millones del año anterior. El año anterior se hubiera podido llegar a 3 millones de toneladas si no hubiera cambiado la política del gobierno. Las pérdidas son millonarias y lamentablemente en la Argentina la mala práxis de los funcionarios no se castiga.
—¿Esto se da en un contexto de menos cantidad de empresas?
—Es lógico que haya reestructuraciones empresarias. Pero cuando empiecen a ver gente en la calle y los sindicatos se empiecen a preocupar porque se pierden puestos de trabajo, entonces vamos a tomar conciencia de los errores que se han cometido en esta política desde agosto del año pasado hasta ahora.