Las ilusiones no se las quita nadie. Mucho menos si llegaron hasta acá. Los rosarinos que participarán de la edición de los Juegos llegaron a la capital inglesa por caminos distintos y con objetivos disímiles, pero convergen en un objetivo: todos quieren alcanzar su oro. Y ese oro no quiere decir únicamente medallas. En las últimas semanas Ovación charló con los once rosarinos que dieron cuenta de sus máximas metas deportivas. Aquí, un repaso, para entender que la gloria deportiva no se alcanza sólo subiéndose al primer lugar del podio.
Las leonas Luciana Aymar y Laura Del Colle son, entre los once, las que tienen las mejores chances de subirse al podio. Lucha, triple medallista olímpica tras la plata que consiguió en Sidney 2000 y los bronces de Atenas 2004 y Beijing 2008, le confió a este diario que "Voy a dar todo para ganar el oro. Pero si las cosas no se dan como esperamos igual voy a estar tranquila porque se hizo todo para este objetivo". La arquera Del Colle, que debuta, también aspira al podio: "Nos entrenamos hace meses pensando en la final de los Juegos Olímpicos y en la medalla dorada. Vamos por el oro, no hay dudas. Cada partido será una final", se sinceró.
El tercer representante del hockey estará en el seleccionado masculino: Manuel Brunet. "Nuestro oro es una semifinal olímpica. Es difícil pero a lo mejor las cosas salen perfectas. Veremos cómo nos levantamos nosotros y nuestros rivales los días de partido. Siempre hay dos equipos en la cancha. Si quedamos entre los seis primeros ese será nuestro bronce". Brunet tendrá su estreno olímpico como otros diez jugadores del seleccionado. Es que el hockey vuelve a unos Juegos tras su ausencia en Beijing.
En remo, María Gabriela Best, junto a su compañera tigrense María Laura Abalo (dos remos largos sin timonel) tratará de instalarse en la Final A, a la que llegarán los seis mejores de las regatas de clasificación (ver página 12). "Siempre la meta es llegar lo más alto posible. Nosotras todavía no encontramos nuestro tope de rendimiento, lo que es bueno. La idea es entrar a una final y como mínimo, sacar un diploma olímpico. Sabemos que estamos lejos de las medallas, son casi un imposible, pero cuanto más cerca de la punta quedemos, mejor", confió. Best-Abalo fueron segundas en la Copa del Mundo de Munich y en el Preolímpico de Lucerna, en mayo pasado. Conforman uno de los dos botes argentinos sobre los que recaen mayores expectativas". Best afrontará sus segundos Juegos, aunque en Beijing compitió en single scull, donde terminó 16ª.
Para Mario Cejas y María Clara Rohner, Londres se trata de su debut olímpico. Por el estreno y por la distancia que hay con los botes europeos, para ambos, su oro será meterse en una final B (12 mejores). "12 o top ten sería muy bueno. Es difícil pero regatas son regatas, la posibilidad está y dependerá de cómo estemos ese día", le dijo Mario a Ovación, quien competirá con el bonaerense Miguel Mayol en doble par ligero. En la misma especialidad y con idénticos objetivos se presentará Rohner en compañía de Milka Kraljev: "No pretendemos una medalla porque es irreal, pero podemos estar en una final B".
En yachting (Laser Radial), Cecilia Carranza Saroli también hará su segunda presentación. "El sexto puesto que logré hace poco en el Mundial de Alemania (Boltenhagen) entre 150 barcos es mucho más importante que una medalla de bronce en Londres. Pero muchos desconocen la importancia que tuvo ese resultado", explicó la deportista del Yacht Club. A pesar de eso, sus chances de podio están latentes.
Sebastián Solé y Pablo Crer son parte de una nueva generación que devolvió al vóley a los Juegos, que ilusiona por su potencial pero que está en franca etapa de crecimiento: "Confío en este grupo y pienso que podemos terminar entre los cinco mejores. Si se consigue sería algo muy bueno", señaló Crer. Y Solé agregó: "Este es un grupo con jóvenes con un gran futuro. En los próximos Juegos estaremos más cerca de poder ganar algo. Pero eso no le quita importancia a lo que vamos a jugar ahora".
Sólo por participar Etel y Sofía Sánchez (y su entrenadora Mónica López) ya están haciendo historia. Nunca el nado argentino había estado en unos Juegos Olímpicos. En un deporte donde es complicadísimo achicar las brechas, las mellis van con su objetivo claro: "Queremos mejorar nuestra mejor marca y superar a Hungría (hoy puesto 24ª), nuestro rival directo".