Erica Acosta tiene 31 años y tres hijos de 10, 7 y un año. Su madre y sus hermanas la buscan desde el 19 septiembre pasado, día en que tuvieron noticias de ella por última vez, cuando sabían que en ese momento vivía en un lugar que "le había prestado una amiga", contó la mamá, Norma Viscontti.
"Nuestra preocupación principal son los chicos", insistió la abuela sobre la situación de Victoria, Benjamín y Julián, y un dato nada menor que planteó es que "cuando la vimos, su pareja la había golpeado y todavía tenía marcas en la cara".
Acosta había denunciado este año a su pareja en Tribunales, sin embargo, "no había pasado nada", dijo su mamá. "Queremos saber dónde están", afirmó ayer tras varias semanas de búsqueda.
El pedido de paradero fue reiterado ayer por la policía, la búsqueda está a cargo de la comisaría 4ª y la investigación la realiza la Fiscalía de Flagrancia y Turno.
Acosta y sus hijos —Victoria Ariadna Acosta, Benjamín Jesús Rolla y Julián Valentino Acosta— desaparecieron el 19 de septiembre; la joven de 31 años es de contextura delgada, mide 1,70 metro, tiene cutis trigueño y el cabello teñido de rubio, y al momento de ausentarse "aún presentaba marcas de golpes en el rostro".
La conflictiva relación de Acosta con su pareja, un hombre de 26 años y padre del menor de sus hijos, es la principal preocupación familiar.
La mujer había estado viviendo en varios pueblos del interior de la provincia y desde que volvió a Rosario, a mediados de año, sus padres y sus hermanas detectaron situaciones de violencia hacia ella y los chicos.
"En una oportunidad apareció en casa con los chicos y con lo puesto porque él le había pegado, y entonces decidió denunciarlo, pero no pasó nada con esa denuncia", contó su madre, y recordó que "incluso ya la había golpeado durante el embarazo del nene más chico".
A partir de ese momento, Acosta y sus hijos estuvieron en casa de sus padres, en el barrio República de la Sexta, pero después volvió a irse. Estuvo en lugares que le facilitaron amigas, trabajaba de moza, incluso los fines de semana, pero en un momento dejó también el trabajo.
"Estuvo en casas que le prestaron, pero cada tanto volvía a tener contacto con él, volvía a haber golpes y se volvía a ir. Pero nuestra preocupación es que los dos chicos mayores contaron que también había situaciones de violencia con ellos, sobre todo con los dos mayores", agregó la madre.
La familia no supo más nada desde mediados de septiembre, e incluso señalan que "tenía marcas de golpes en la cara la última vez que la vieron".
La madre de Acosta insistió en saber "dónde están" y planteó que "por seguridad de los chicos, queremos saber si están bien y en qué condiciones".
Datos
Quienes tengan información pueden acercarla a la dependencia policial más cercana o a la Central de Emergencias 911.