Los concejales estudian por estas horas un proyecto que tiene por objetivo controlar el estado de conservación y nivel de seguridad de todas las fachadas edilicias de la ciudad.
Los concejales estudian por estas horas un proyecto que tiene por objetivo controlar el estado de conservación y nivel de seguridad de todas las fachadas edilicias de la ciudad.
La iniciativa es impulsada por el concejal de Unión PRO Rodrigo López Molina y pretende que los propietarios o consorcios presenten ante la Dirección General de Obras Particulares un certificado de conservación de fachada. El informe será realizado por un arquitecto que detalle el estado de los frentes edilicios.
"Este proyecto pretende efectuar un mayor control ante posibles desprendimientos de las fachadas edilicias y prevenir de posibles accidentes a los transeúntes que circulen por la vía pública. La implementación de este tipo de normas permite alcanzar metas de seguridad, bienestar y estética urbana", aseguró López Molina.
La presentación de certificaciones tendrá correlación la antigüedad que posea el edificio. "Si la antigüedad del inmueble va desde 10 a 21 años, el certificado de conversión se realizará cada 10 años. Si tiene entre 21 y 34 cada 8 años, de 34 a 50 años cada 6 años y de 50 a 71 años cada 4 años, y aquellos que superen los 72 años de antigüedad la certificación deberá ser cada 2 años", describió el edil.
En tanto, aclaró que la iniciativa establece un plazo máximo de entrega para la primera presentación del certificado de conservación de fachada (ver aparte). Por eso, para López Molina que los certificados cuenten con el aval de un arquitecto le da claridad al informe. "El profesional matriculado deberá realizar un informe detallado del estado de la fachada del edificio y especificar, en caso que sea necesario, los daños encontrados, el tipo de intervenciones a realizar, los plazos y la tecnología apropiada para poder resolverlo", señaló el concejal.
El edil recordó que existen antecedentes de siniestros acontecidos como consecuencia de desprendimientos de estructuras materiales. "En octubre del año pasado una antigua vivienda de Zeballos entre Moreno y Dorrego sufrió la caída de mampostería desde su terraza y por cuestión de segundos una mujer no fue golpeada", señaló el concejal.
El proyecto exime de entregar certificación a aquellos inmuebles de planta baja que no tengan salientes sobre el espacio público aéreo.
Créditos blandos
Según destacó el concejal del PRO Rodrigo López Molina, los propietarios que no logren cumplir con el certificado podrán elevar un descargo. “En el caso de que no puedan hacer frente a las obras ordenadas por el profesional por una cuestión de costos, el proyecto también contempla la posibilidad brindar una línea de créditos blandos por parte del banco Municipal de Rosario”, dijo el concejal macrista.