Los conductores rosarinos se adecuaron a los carriles exclusivos. Desde el 2012 (año en que empezaron a funcionar) el respeto por la senda por donde transitan colectivos, taxis y remises vino aumento, comportamiento que se traduce en una notable baja de infracciones.
En la actualidad, la cantidad de faltas en este tipo de corredores viales son seis veces menos que en el comienzo, hace tres años atrás.
“Hemos logrado reducir la cantidad de accidentes y mejoramos el tiempo de los viajes en transporte público a lo largo del centro”, indicó la titular del Ente de la Movilidad Rosario y subsecretaria de la Agencia municipal de Seguridad Vial, Mónica Alvarado.
Tres años atrás, cuando se implementaron los carriles exclusivos, se labraron 8.469 actas por las dos infracciones que involucraron esta modificación: 4.611 fueron por circular por los mismos y 3.858 por girar a la derecha.
Según explicó Alvarado, los picos se vieron en los meses marzo y septiembre, posterior a las dos implementaciones que se hicieron en dicho año. “Una medida nueva siempre demanda de un tiempo de adaptación, en un principio realizamos una gran cantidad de actas pero con el correr del tiempo ese número se fue reduciendo a pesar de sostener los controles, lo que marca una clara aceptación por los carriles”, señaló la titular del EMR.
Durante el 2013 se registraron tan sólo 2.814 multas (tres veces menos que el año anterior), mientras que en 2014 se redujo aún más la cifra:1.455. Es decir, un promedio de 120 multas mensuales.
En su último informe elaborado por el EMR se estableció una reducción de hasta un 38 por ciento en los tiempos de viaje en colectivo por la zona de los carriles, con una velocidad comercial promedio de 14 kilómetros por hora.
“Si un colectivo antes de la implementación de carriles tardaba 37 minutos en recorrer su extensión, hoy lo hace en 23 minutos, una considerable reducción que repercute directamente en la calidad del viaje del usuario”, precisó la funcionaria.
Por su parte, el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, se apoyó en los datos positivos para ampliarla a otras arterias: “Los carriles exclusivos nos permitió ordenar el tránsito en gran parte del áreas central y solucionado muchos problemas en relación al transporte público. Sería muy bueno poder trasladarlo a los barrios, como por ejemplo avenida Alberdi, ojalá dicho proyecto pueda hacerse realidad en breve”, dijo en relación al proyecto que sigue trabado en el Concejo Municipal.
En cuanto a la seguridad vial, las cifras son más que positivas: en el año 2014 se registró una importante disminución en los siniestros que involucran al transporte público en estos espacios, al descender en un 60 por ciento respecto a 2011, previo a la implementación de los carriles.
Del total de las personas que circulan en calles con carriles exclusivos, el 73 por ciento lo hace en transporte público y sólo el 23 por ciento en automóvil particular.
Según los últimos estudios realizados por el Ente, las intersecciones en carriles exclusivos registraron un alto número de personas transportadas. Por ejemplo, en calle Santa Fe, a la altura de Corrientes, donde se supera las 7.000 personas por hora, la cantidad de vehículos es menor a 2.000.
En tanto, en calles sin exclusividad para el transporte público, como Tucumán, a la altura de Paraguay, igual cantidad de vehículos transportan a menos de 2.000 personas.
A la espera. Pese al aval del gobierno nacional al carril exclusivo de avenida Alberdi, el proyecto en zona norte sigue trabado en el Concejo (ver aparte).
Pese a ello, la Intendencia avanzó con su financiamiento. La administración de Mónica Fein acordó con la Casa Rosada la adquisición de un crédito del Banco Mundial para hacer la obra.
El acuerdo entre municipio rosarino y Nación es por un empréstito internacional por 40 millones de pesos.