Bruno Marioni dijo “no”, como lo afirmó en la nota con Ovación de la edición del
domingo. Aunque también dejó en claro que tiene unas ganas terribles de vestir la camiseta de
Newell’s y cerrar su carrera futbolística de la manera soñada. Es por eso que había dejado
abierta la puerta por si se arrepentía y decidía entregar un “sí”. “Estoy en una
encrucijada”, le dijo a este diario y se comprometió a repensar la determinación una vez más
a pedido del presidente leproso, Guillermo Lorente. Y quedó a entregar hoy la respuesta.
No hay dudas de que Bruno se muere de ganas de vestir la camiseta de
Newell’s. Y la decisión, como él mismo lo admitió, no pasa por una cuestión económica sino
sentimental, más que nada familiar. Luego de que decidiera colgar los botines se instaló en Buenos
Aires con el fin de disfrutar de la familia. Y en caso de aceptar la oferta leprosa debería
alejarse nuevamente de sus seres queridos, algo que no está dispuesto a aceptar. Lo que lo llevó a
estar en esta etapa de incertidumbre es el cariño que le demostró la gente, “algo que no
pensaba que era tan así”.
Hoy es el día definitivo en el caso Marioni. Aunque todo indica que el
“no” que entregó el sábado parece inmodificable.