Brasilia. — La crisis financiera mundial "devolvió" a 563.000 brasileños a las clases sociales D y E en enero pasado, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), divulgados por el diario O Estado de Sao Paulo.
Brasilia. — La crisis financiera mundial "devolvió" a 563.000 brasileños a las clases sociales D y E en enero pasado, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), divulgados por el diario O Estado de Sao Paulo.
El análisis de las seis mayores regiones metropolitanas del país —San Pablo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre, Salvador y Recife— mostró que la clase C, la "clase media popular", que subió a niveles sociales superiores durante el gobierno del presidente Lula da Silva, se redujo en un 11 por ciento en enero. El otrora crecimiento de la clase C fue la "marca registrada" del gobierno de Lula, y se vio impulsado por el crecimiento global que se registró hasta septiembre de 2008, especialmente en los mayores países emergentes, como China e India, además de Brasil.
Las seis regiones metropolitanas aludidas representan la cuarta parte de la población total del país, que ronda los 190 millones de habitantes. Los datos revelados por el IBGE, que advierten sobre una posible amenaza al crecimiento de la clase media, están reforzados por cálculos realizados por el investigador Ricardo Paes de Barros, del Instituto de Estudios de Economía Aplicada (IPEA), que indican que la crisis tiende a afectar principalmente a las personas más educadas de Brasil, lo cual incluye a la clase C, además de las A y B.
En tanto, las clases sociales A y B pasaron de representar un 11,2% a un 15,3% desde enero de 2003 —cuando Lula asumió su primer mandato— hasta diciembre de 2008, y bajaron a 14,9% en enero. Las clases más pobres, D y E, disminuyeron de 45,8 a 30,9% en el mismo período, mientras que en enero subieron nuevamente y pasaron a representar el 32,4% de la población.