El vicepresidente Amado Boudou aseguró ayer que los silbidos que recibió en la ciudad de San Lorenzo estuvieron "armados" por el socialismo y la UCR y los diferenció de los insultos al viceministro Axel Kicillof, a los que calificó como "fascistas, nazis y cobardes".
"El socialismo santafesino, con la UCR de la localidad de Santa Fe (por San Lorenzo) y gente de (Gerónimo) Momo Venegas, el sindicalista que no defiende a los trabajadores rurales pero que es el jefe de Uatre, armaron este escrache alrededor del argumento de que el gobierno no había dado feriado nacional cuando era un domingo", denunció.
En ese sentido, el vicepresidente consideró que "está mal" porque fue "bajarle el precio a una fiesta patria muy importante como la única batalla de San Martín dentro de la geografía argentina", en la ciudad de San Lorenzo.
"Entonces es triste desde ese sentido, pero soy un dirigente político, me la banco, yo di mi discurso y recordé las palabras de (Raúl) Alfonsín en La Rural cuando dijo que «es fascista no escuchar a alguien que tiene algo para decir»", indicó el vicepresidente.
En este tono, Boudou diferenció su situación en San Lorenzo de lo ocurrido con el viceministro de Economía Kicillof a su regreso de un viaje a Uruguay: "Lo que le pasó a Axel es espantoso. Tiene que ver con una situación familiar. Estaba con sus hijos, con su mujer. Todos los que estaban ahí estaban yendo o volviendo de vacaciones, igual que Axel. Era gente que había comprado dólares".
"En cuanto a lo que me pasó en Santa Fe, lo que no me gusta es que fue en una fiesta patria. Lo que me parece terrible es el tema de Axel porque es distinto. Fue fascista, nazi y cobarde. Lo mío fue en el marco de la política", afirmó el vicepresidente.
Es la primera vez que Boudou se refiere públicamente a la polémica que lo tuvo en el centro de la escena tras el abucheo que recibió en San Lorenzo el domingo pasado cuando compartió el palco con el gobernador Antonio Bonfatti.
Referentes del kirchnerismo habían salido a condenar el hecho y el jefe de la bancada oficialista en Diputado, Agustín Rossi, acusó en su momento a Bonfatti de armar la silbatina contra el vicepresidente. El gobernador le respondió que es imposible manejar a una multitud, como la que había en San Lorenzo, y atribuyó el malestar de la gente a la presencia de la agrupación La Cámpora con sus banderas.
Canallas. También el senador kirchnerista Aníbal Fernández tildó ayer de "canallada" los insultos contra el viceministro y repudió también que al periodista Nelson Castro no lo hayan atendido en un café de la ciudad de Buenos Aires por considerarlo "persona no grata".
"Lo que le pasó al viceministro de Economía es una canallada porque, además, él estaba con su familia, con su mujer y su hijo", aseguró en relación al caso de Kicillof, quien fue abucheado por turistas argentinos en un Buquebús cuando volvía de Uruguay.
"Lo mismo digo con lo que pasó con Nelson Castro. Es una tontería que no lo hayan dejado estar en un café porteño", agregó el senador kirchnerista.
El ex jefe de Gabinete pidió "terminar con todos los escraches e insultos porque son una tremenda canallada, porque son acciones payasescas cuando tenemos que buscar la concordancia entre todos, más allá de las diferencias políticas".