Cuando descubrí a Lou Reed sentí que no sólo estaba ante un gran músico sino que además, y por sobre todo, era un artista de vanguardia. Sus primeras obras con Velvet Underground influenciaron tanto en lo musical como en lo estético a muchos músicos. Aparte era muy interesante lo que Lou escribía, era uno de esos letristas que te pintaban una postal de la ciudad y de lo que se vivía socialmente en esas épocas, como lo hizo en "New York", mi disco favorito. Lou Reed fue un innovador en varios estilos musicales y creo que fue un gran motivador para que muchos compositores de rock se animaran a escribir letras de canciones más interesantes. Para mí fue un gran escritor que tenía la particularidad de saber acompañarse (¡y cómo!) con su voz y su guitarra. Como si fuera poco, se las ingeniaba para meter letras kilométricas en estructuras de dos o tres acordes. "Dirty boulevard", "Sweet Jane", "Walk on the wild side" y "I'm waiting for the man" son temas eternos.