El gobernador Antonio Bonfatti se constituyó ayer como querellante en la causa judicial que investiga el atentado a balazos contra su domicilio. A partir de esta medida, la defensa del jefe de la Casa Gris encabezada por el ex ministro de Justicia, Héctor Superti, podrá solicitar medidas al juzgado penal que lleva adelante la investigación y tendrá acceso al expediente para monitorear su evolución.
El ataque a la vivienda del mandatario fue el viernes 11 de octubre pasado. A casi tres semanas de la balacera que sacudió la vida institucional de Santa Fe y repercutió con fuerza a nivel nacional, la causa tiene por ahora tres imputados que se encuentran detenidos.
Inicialmente, la jueza María Luisa Pérez Vara tuvo un preso a su disposición. En joven, Lucas, había sido detenido en un allanamiento donde se encontró un arma que se presumía había sido la utilizada para disparar contra la casa de Bonfatti en Darragueira y Gallo.
Días después, las pericias balísticas descartaron esa hipótesis. Y si bien el muchacho continuó detenido por una causa penal anterior, el expediente se quedó sin pistas firmes y volvió a fojas cero.
El viernes pasado la magistrada imputó como autores materiales de la balacera a Manuel Martínez, integrante de la barra de Newell's y a Germán "Papaíno" Ramírez, a quien, según fuentes de la causa, se le incautó una pistola calibre 9 milímetros que está bajo pericia para ser cotejada con los proyectiles (balas calibre 9 milímetros y 11.25) hallados en la casa del gobernador tras el ataque.
El tercer acusado es Saúl Sánchez, detenido en su domicilio de Medrano al 2700, quien también quedó imputado de los mismos delitos en base a un testigo indirecto y a datos entrecruzados que lo vinculan al resto de los agresores.
El viernes pasado la jueza ordenó una requisa a la seccional 10ª de policía. Lo hizo tras recibir un llamado anónimo que alertó sobre la presencia de un arma de fuego en un auto abandonado en la seccional, con presunta vinculación al atentado a Bonfatti.
La magistrada fue al lugar, se encontró el arma, pero el peritaje dio resultado negativo en medio de versiones sobre una fuerte interna policial, desde cuyas filas habría partido el llamado.