Tras una fuerte discusión, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, decidió echar a su hija María Alejandra, quien había quedado al frente de la fundación de la entidad a principios de junio tras la salida escandalosa de Pablo y Sergio Schoklender.
La pelea tuvo lugar el viernes pasado en la sede de la entidad y se habría originado por un pago retrasado sobre las obras en la provincia Chaco.
En reemplazo de la hija de Hebe, quedaría Sergio Gandolfo, ex socio de Sergio y ex abogado de Pablo. El letrado también fue socio de Hugo Omar Gallardo, quien estuvo al frente de la fundación por algunas horas tras la salida de Pablo. Fue echado cuando el diario Clarín publicó que era accionista de dos constructoras.
"María Alejandra quiso organizar una protesta al ministerio de Planificación y Hebe se enojó. Dijo que no le podían hacer eso a Cristina", contó una fuente de la fundación.
Allegados a María Alejandra confirmaron que "dejó sus actividades el viernes pasado" por "diferencias" en el manejo de la fundación pero que no presentó la renuncia formalmente.
La hija de Bonafini es una de las imputadas en la causa penal que investiga el juez Norberto Oyarbide, quien ya ordenó el levantamiento del secreto bancario y fiscal sobre sus cuentas y le embargó sus bienes.
Hace pocos días Schoklender la acusó de haberse comprado una casa, valuada en 250 mil dólares, con fondos de la fundación. La operación se hizo el 3 de noviembre de 2009. Llamativamente, no utilizó ningún crédito hipotecario.
Luego de adquirir su casa, María Alejandra le vendió un departamento en La Plata a Meldorek SA. La propiedad tenía un precio de mercado de 120 mil dólares, pero según la escritura la sociedad pagó apenas 25 mil. Según Schoklender, esa operación "fue para devolver el dinero que le habían prestado a María Alejandra".
La Justicia ya puso la lupa sobre el patrimonio de la hija de Hebe, quien tuvo un paso por Entel, luego saltó al Ministerio de Desarrollo Social de la provincia y en 2008 quedó a cargo de la revista Sueños Compartidos.
La hija de Bonafini tiene 45 años, no tiene hijos y vive sola en La Plata, aunque en las últimas semanas estuvo instalada en Buenos Aires para administrar la Fundación Madres de Plaza de Mayo, según declaró en una entrevista con el diario Perfil.
Alejandra dijo, apenas conocido el escándalo, que el estilo de vida de Schoklender le generaba sospechas. No obstante, hizo al menos un negocio con él: una escritura prueba que le vendió a la empresa Meldorek (que es de Schoklender aunque él pretendió negarlo) un departamento a un precio que la Justicia encuentra sospechosamente bajo.
"No entiendo lo que pasó. Mi mamá lo quería como a un hijo y el hijo de Sergio le dice abuela a ella (por Hebe)", dijo Alejandra en una entrevista. "Yo veía cosas raras y le decía a mi mamá que me llamaba la atención cómo vivía Sergio y los viajes que hacía -afirmó-, pero por el amor de madre, ella no se daba cuenta, decía que era una persona que trabajaba y le iba bien".
Alejandra Bonafini hizo su primera aparición pública en 2001, cuando denunció que dos hombres entraron en su casa, la golpearon, intentaron violarla y le apagaron cigarrillos en los brazos. Su foto mostrando las heridas salió entonces en los diarios.
Una ex empleada acusó a Hebe de no “dar la cara”
Una ex empleada del sector de compras de la Fundación Madres de Plaza de Mayo acusó públicamente a la titular de la asociación, Hebe de Bonafini, de haber incurrido en una “mala gestión” y “no haber dado la cara” ante los trabajadores luego de haberse desatado el escándalo por el uso de los fondos destinados a la construcción de viviendas sociales.
María Florencia Bardón denunció que “hace un mes” fue despedida de esa organización y que “aún” sigue esperando “la indemnización que, según los abogados, íbamos a cobrar a los quince días” junto a sus otros compañeros que cumplían una labor en el marco del programa Sueños Compartidos.
En una carta de lectores que ayer publicó el matutino Clarín, la mujer formuló severas críticas contra la presidenta de Madres y extendió sus cuestionamientos hacia la hija de la dirigente, Alejandra Bonafini.
“Quiero realizar mi denuncia en contra de la señora Hebe Pastor de Bonafini y su hija Alejandra de Bonafini por la mala gestión que realizaron luego del escándalo con los Schoklender, ya que Hebe de Bonafini nunca dio la cara en la fundación explicando lo que pasaba”, señaló María Florencia Bardón en el escrito.
La mujer, quien dijo ser una “ex empleada del sector compras de la Misión Sueños Compartidos”, relató que, junto a sus compañeros, “a Alejandra Bonafini tuvimos que pedirle, luego de dos meses de estar nueve horas sin tener trabajo para hacer que por favor nos explicara cuál era la situación” de todos ellos.
“Pido por medio de esta carta que investiguen y nos ayuden a que esta situación tome carácter público para que alguien dé la cara de una buena vez y nos den una respuesta convincente”, expresó.
En sus denuncias, Bardón remarcó que “no sólo no nos pagaron las indemnizaciones, sino que nunca nos hicieron los aportes, privándonos hasta de la obra social”.
Binner pide investigar a fondo
El gobernador y candidato a presidente por el Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, se preguntó ayer por el destino de los fondos públicos que fueron a las Madres de Plaza de Mayo para la construcción de viviendas sociales y reclamó que se investigue “a fondo” el caso para que “no haya impunidad” en el país.
“¿Que pasó con el dinero que se le dio a la fundación (de las Madres de Plaza de Mayo) que estaba manejando (Sergio) Schoklender? Las viviendas las tiene que hacer el gobierno, no una fundación”, cuestionó ayer Binner, de campaña por la provincia de Catarmarca.
Además del dinero que recibió la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Binner también se preguntó: “¿Que pasó con el avión que llevó mil kilos de cocaína desde Argentina a España? La Justicia tiene que investigar estos casos de corrupción. Necesitamos gobiernos transparentes que puedan exhibir sus bienes, que no haya un solo funcionario que se enriquezca en el cargo”, puntualizó.
Añadió que “el que trabaja sabe que hay que poner el hombro para conseguir para comer. Nadie se hace rico de la noche a la mañana si no se buscan algunos atajos que son lamentables para el pueblo argentino”.
“Las diferencias más serias que tenemos con el gobierno, además de ser muy exigentes en la transparencia, es la falta de políticas para controlar la inflación y el Indec irreal que tenemos”, resaltó.